La doble mastectomía preventiva de Angelina Jolie causó asombro y reveló la dura situación que viven muchas mujeres. Llamó, además, la atención sobre la tecnología que la investigación en cáncer pone en nuestras manos. Esta noticia se cruzó con el largo y tortuoso litigio legal que cuestionaba la patente de genes asociados al cáncer de Myriad Genetics. La compañía patentó el gen BRCA y desarrolló tests diagnósticos como los usados por Angelina. Pese a las conspiranoicas voces que veían detrás del anuncio de Jolie un motivo más para cargar contra la ciencia, el conflicto suscita un importante debate. Muchos argumentan que los genes no deben ser explotados comercialmente, y así lo acaba de refrendar la corte suprema de EE.UU. Sin duda, debemos conjugar la ciencia con el desarrollo económico derivado de ella, y hacerlo respetando los derechos de todos. Para ello es necesario atender a todos los aspectos relevantes, pero no a las voces estridentes que se empeñan en distorsionar todos los asuntos.