Umberto Eco: La universidad debe ser «para una élite»

Efe

SOCIEDAD

Santi Otero

Según el experto el semiótica, el exceso de alumnos universitarios entorpece la actividad académica y aboca a las instituciones a la crisis

22 may 2013 . Actualizado a las 22:28 h.

El excesivo número de alumnos y la sustitución del papel del docente por Internet son los principales problemas de las universidades, ha sostenido este miércoles el escritor Umberto Eco, para quien estas instituciones académicas deben ser «para una élite» como ha recordado que fue en sus mejores épocas.

El exceso de alumnos entorpece la actividad académica y aboca a las universidades a la crisis, mientras que la progresiva influencia de las nuevas tecnologías ha modificado la relación de los alumnos con los profesores, especialmente a raíz de la «explosión» de Internet, desde donde se puede acceder a mucha información, lo que en parte sustituye al papel del docente, ha explicado.

Umberto Eco, que mañana será investido doctor honoris causa por la Universidad de Burgos, ha ironizado en una rueda de prensa sobre el hecho de que en cada país se piense que la universidad propia funciona mal y el resto son mejores, cuando los problemas son comunes, al menos en el caso de Europa.

En una época como la actual donde se cuestiona prácticamente todo en Europa, ha destacado también el armazón y los vínculos culturales del viejo continente en torno a las culturas judeo-cristiana, grecorromana y, en algunos aspectos, germánica.

En Europa «hay más cultura de lo que parece», ha resumido Eco (Alessandria, Italia, 1932) un día antes de recibir el mencionado título de doctor honoris causa, que añadirá a los casi cuarenta de esta índole que ya acumula.

Europa acusa una tradición común e incluso parte de unos principios legales comunes en el origen del Derecho Romano, ha insistido el pensador italiano en su defensa de la esencia y tradición europeas.

Los intelectuales «no deben salvar la cultura, sino producir»

El escritor, que ha pedido de forma expresa que no se le formulara ninguna cuestión relacionada con la actualidad de España e Italia «para evitar malos entendidos», ha reconocido que, cuando se está en Europa, no parece tan claro que exista una cultura común.

No obstante, cuando se visita, por ejemplo, una universidad de Estados Unidos, se aprecia claramente cómo los estudiantes y profesores guardan una mayor relación entre sí.

Umberto Eco, que permanecerá tres días en Burgos, donde visitará la Catedral y la Abadía de Santo Domingo de Silos este viernes y ofrecerá un coloquio abierto, ha aceptado con especial agrado el nombramiento de doctor honoris causa en Burgos, porque desde joven se ha sentido atraído por la cultura y la estética medievales.

También ha recordado «cierto compromiso» por el hecho de que uno de los personajes principales de su novela El nombre de la rosa era Jorge de Burgos.

Ha recordado que escogió inicialmente el nombre en homenaje al escritor argentino Jorge Luis Borges y que no sabía que terminaría siendo el malo del relato, «porque los personajes de las novelas tienen vida propia y toman su propio camino».

Además, Umberto Eco ha señalado que en la novela hay un pergamino que se ha inspirado en parte en el Beato de Silos, conocido también como las glosas silenses, que conoció hace años en el British Museum de Londres, donde se encuentran depositadas, por lo que tenía un «gran interés» por conocer la abadía que dio nombre a esta obra.

El escritor ha defendido una cultura «que siempre debe estar en crisis», porque es «una crítica de la existencia» y ha asegurado que los intelectuales «no deben salvar la cultura, sino producir».

A Umberto Eco sólo le preocupa poder morir pensando que no tiene tiempo para hacer todo lo que pretende y que siempre se ha sentido libre, incluso cuando trabajó para una editorial.