Como docente de la Cruz Roja, Manuel García está en contacto permanente con los problemas de acoso escolar de los jóvenes.
-¿Hasta qué punto afecta este problema en Galicia?
-Más de lo que parece. Hay chicos a tratamiento psiquiátrico y he visto hasta ingresos hospitalarios. Y un gran sufrimiento en jóvenes que a veces no tienen más que 12 o 13 años que no valoran bien el riesgo.
-¿Cómo funciona el ciberacoso?
-Como una bola de nieve que empieza como un juego entre adolescentes. Pero antes se quedaba en el aula y ahora sale hacia todas partes por Internet.
-¿Cómo actúa el acosado?
-No pide ayuda, aguanta. Y esa es nuestra lucha, conseguir que la pida. A quien sea. El primer paso debería ser el orientador del centro escolar o un profesor. Y no hay que esperar; el primer insulto ya es un motivo.
-¿Hay muchos casos en Galicia?
-Cada vez más, no hay que negar la evidencia. Ahora existen hasta grupos de What?s Up para herir a alguien y, por supuesto, vídeos en YouTube que, aunque se consigan retirar, la gente ya se los ha descargado.
-¿Los graves tienen solución?
-Lo primero que se le dice a la víctima es que abandone ese entorno, ¿pero cómo se hace eso? ¿Quién puede asegurar que no vayan a colgar un vídeo en la red social del nuevo centro escolar de la víctima?