Europa no se entiende sin Erasmus

Sara Carreira Piñeiro
sara carreira REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

Profesores, alumnos, gestores universitarios e investigadores apoyan el programa de becas de movilidad, que se ampliará para el 2014

05 oct 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

«Se queremos seguir con Europa, debemos seguir co Erasmus». Lo dice Carlos Salgado, físico gallego que actualmente trabaja en el CERN suizo. Pero no solo este investigador -que, por cierto, en su momento no pudo disfrutar de la beca de movilidad- apoya sin fisuras el programa Erasmus. La misma respuesta se encuentra en los despachos -«una estancia en el extranjero es la mejor manera de mejorar significativamente un currículo», apunta Manuel Fernández, vicerrector de Relacións Internacionais de la Universidade de Vigo- y en las aulas -«no es un lujo, es parte de nuestro modelo educativo», opina Ricardo García Mira, profesor de Psicología Social y Ambiental de la Universidade da Coruña-.

El anuncio el pasado miércoles, sin duda dramático, del portavoz de Presupuestos de la Comisión Europea, Patrizio Fiorilli -«Erasmus se encuentra sin fondos»-, tenía la voluntad de alertar a los europeos de los peligros de los recortes excesivos, y eligió precisamente el programa Erasmus porque estaba seguro de la repercusión de su aviso. El plan, con 25 años a sus espaldas, es todo un éxito, no solo para la creación de una conciencia europea, que también ha resultado fundamental, sino para la formación de trabajadores: existe una iniciativa -recruitingerasmus.com- que busca empleo en las grandes empresas del continente a personas que realizaron un curso amparados en esta beca, que cada año moviliza a unos 30.000 españoles, entre ellos de 1.500 a 2.000 gallegos.

Habrá más en el futuro. La agencia que gestiona los fondos europeos de Erasmus para España, Oapee, niega que no se vayan a pagar las ayudas, y Manuel Fernández va más allá: en el 2014, Erasmus será otro con el mismo espíritu, Erasmus for All (Erasmus para todos), un programa que en seis años se llevará 13.000 millones de euros de la CE y que integrará las ayudas para la movilidad de universitarios con las de los parados, estudiantes de secundaria, de FP... Las universidades tienen que revisar su papel en este nuevo Erasmus, adaptado «a las exigencias del mundo globalizado», explica García Mira.