París se vistió de alta costura -y alta joyería- esta última semana para mostrar cómo ven las grandes firmas a la mujer el próximo verano. Y el resultado, siendo tan variado como modistos hay, ofrece unos rasgos comunes: se ha apostado por un color -el verde, el azul o el blanco/negro-, la riqueza del tejido es incuestionable, las piezas podrían ser a veces esculturas y el espíritu clásico de lo femenino se impone. Hasta Gaultier, siempre por libre, mantiene la tónica anterior -excepto en la mezcla de colores-.
Los vestidos de alta costura están hechos del mismo material que los sueños: sedas, organzas, encajes, lentejuelas, tules, piedras... la riqueza de detalles es infinita, y cada modelo merece estudiarse con cuidado y detenimiento. Diminutas flores se prenden en el encaje y parecen piedras de colores (Valli, Chanel, Valentino, Saab); el fleco y las plumas visten cuerpos enteros y alcanzan formas imposibles (Galante, Vauthier, Sorbier); la organza y la seda tiene vida (Dior, Valentino, Galante, Saab, Armani Prive, Yiqing Yin, Rolland); y las lentejuelas dan una pátina brillante al cuerpo como las escamas de un pez (Chanel, Armani Prive, Givenchy). El color se ha hecho único. Así, Armani apostó por el verde; Chanel, por el azul (en 150 tonos diferentes); Stephane Rolland, por el rojo, el blanco y el blanco/negro; Alexandre Vauthier, por los malvas, azules y verdes empolvados (sin mezclas entre ellos); Elie Saab, muy similar en rosas, salmón, azules y verdes; Valentino por crudos y nudes; Riccardo Tisci (Givenchy) en blanco, negro y bronces; GiambattistaValli por la gama ardiente (rosas, rojos, fresas y berenjenas), que también sedujo a Dior, aunque la firma los completó con un recital en blanco, negro, gris y nude.
EL LUJO ES EL DETALLE
De izquierda a derecha y de arriba a abajo: Yiqing Yin, Alexandre Vauthier, Elie Saab (vestido salmón), Iris van Herpen, Julien Fournie, Armani Privé (verde), Chanel (azul), Valentino, Christian Dior, Giambattista Valli y Versace.