Galicia sortea la crisis con disfraces

SOCIEDAD

Los ourensanos disfrutaron con la sátira y la musica en la «Voda da Pita» para ironizar sobre la política

17 feb 2010 . Actualizado a las 12:12 h.

El mejor disfraz que representa la crisis es repetir el del año pasado. Hubo muchos repes en el Entroido gallego, pero ninguna baja. Es más, en A Coruña, cada vez hay más choqueiros. ¿Qué es un choqueiro? Es un hombre que para vivir el carnaval no gasta ni en horquillas. Revuelve sus armarios y los de sus amigos, se pone lo más chillón y sale a la calle hecho todo un mapa. Ya lo dejó dicho el que fuera concejal de Fiestas de A Coruña y alma del carnaval, José Manuel Iglesias Mato. «Hay que deformar la realidad con los mínimos recursos. Se trata, en definitiva, de reírse de la vida».

En definitiva, que los coruñeses abrieron el armario de la imaginación y salieron hechos unos choqueiros. A cientos, calle de la Torre arriba, calle de la Torre abajo, lucieron trajes como explosiones de colores, asombrando al público con sus pasos y cánticos acertados y contagiosos. Ayer se bailó mucho al frío, donde todos parecían ir de cubito de hielo. El frío polar que barrió la plaza de España pintó de rojo los mofletes, congeló piernas y deslució el desfile, pues algunos no se quitaron ni el abrigo. No fuera que la sardina haya que enterrarla con Frenadol. Aquí triunfa el hombre vestido de mujer. Había uno especialmente gracioso, el que se contoneaba del brazo de su esposa, que se puso unos pechos tan grandes que ya no sabía uno si iba de hembra o de envidia. Así es el sambódromo coruñés, donde manda la tela y la poca tela que hay que invertir para disfrutar de la fiesta.

Bin Laden ya no está ni se le espera. Pasó de moda. Lo que se lleva hoy es el Facebook, Zapatero e ir de chinos, que se ha vuelto pandemia. En el apartado de fauna y flora, destacaron dos hermanos que iban de cocido. O el lobo feroz, único que no pasó frío. Luego los de siempre, payasos, indios, policías, dragones, carceleros o bailarinas. Todos formaron parte de una columna humana a lo largo y ancho de la calle de la Torre. Desfilaron los mejores disfraces, los peores y los mirones, que siempre prometen sumarse el año que viene.

Por otra parte, Ourense celebró en As Eiroas la Voda da Pita, la escenificación de un enlace entre dos viudos acaecido a mediados del siglo pasado y recuperado a principios del siglo XXI. No faltaron las coplas y la sátira, sobre todo política, que da cuenta de los hechos acontecidos en Galicia a lo largo del año. Otro punto de referencia en Ourense fue la localidad de Covelo, en el concello de Melón en donde se celebró uno de los entroidos más ancestrales. En el denominado Cota da Raña, el Rey y los soldados vencieron de nuevo a los danzantes. Xinzo, Verín, Laza, Barbadás, Allariz, Manzaneda, A Veiga, O Barco, A Rúa, Viana, O Carballiño, Ribadavia, Maceda y Bande celebraron sus particulares desfiles de carnaval, con la presencia de multitud de visitantes provenientes de toda Galicia.