Un eclipse anular de Sol, el más largo del tercer milenio y que no volverá a producirse con igual duración antes del 23 de diciembre del 3043, dejó ayer a oscuras África central y una parte de Asia.
En enero, el Sol se encuentra en su punto más cercano a la Tierra, pero al mismo tiempo la Luna está demasiado lejos y por lo tanto demasiado pequeña para ocultarlo totalmente. Es así como como un anillo solar es visible alrededor de la Luna, dando origen a la apelación de eclipse anular. El fenómeno comenzó pasadas las siete de la mañana en el oeste de la República Centroafricana y suroeste del Chad. La sombra de la Luna pasó luego por la República Democrática del Congo, Uganda, Kenia y el extremo sur de Somalia.
«Los pájaros cantan. Comienza a hacer frío. Podría decirse que es de noche», comentó entusiasmado el keniano John Saitega, de 34 años y padre de seis hijos, que observó el fenómeno junto a su familia y amigos, compartiendo las gafas adecuadas para la ocasión.