Sanidade cree correcta la atención al boirense al que se le detectó gripe A cinco días después de su ingreso

La Voz

SOCIEDAD

El hombre fue remitido al Clínico de Santiago con pronóstico muy grave y allí falleció

22 sep 2009 . Actualizado a las 11:07 h.

Boiro digiere estos días, entre la alarma y el pesar, el hecho de que un vecino del municipio, José Ramón Triñanes, de 33 años de edad, haya sido la segunda víctima mortal de la gripe A en Galicia. En la localidad, las preguntas que se hace casi todo el mundo son sencillas: ¿Por qué se le detectó la enfermad a los cinco días de haber ingresado y no antes, por qué las pruebas se le hicieron cuando fue desplazado al hospital Clínico de Santiago y no en el primer centro en el que estuvo, el de la comarca barbanzana? Al revés que las preguntas, las respuestas que dan fuentes cercanas a Sanidade sonaban bastante complejas. Sin embargo, había un mensaje claro: la consellería cree que la atención médica fue correcta. Fuentes sanitarias insisten en que en el complejo barbanzano se procedió correctamente a la hora de tratar la neumonitis que, antes de detectársele la gripe A, se le diagnosticó a José Ramón Triñanes Piñeiro. Cabe recordar que fue en el Hospital da Barbanza donde primero ingresó el fallecido, el día 6 de este mismo mes. De hecho, no fue hasta cuatro jornadas después, el 10, cuando se le desplazó al Clínico. Iba ya muy grave y con un pulmón encharcado. Las mismas fuentes sanitarias indican que, a partir de ahí, la actuación fue la adecuada, refiriéndose a que llegó al Clínico, se le hicieron las pruebas de gripe A, se confirmó la dolencia y se administraron antivirales, no pudiéndose hacer nada para salvarle la vida. A partir de ahí, fuentes sanitarias no entran en más detalles. Sí lo hacían ayer algunas voces autorizadas de la medicina, que se referían a que, desafortunadamente, Triñanes pudo ser uno de esos casos poco frecuentes en los que «la neumonitis no remite con nada». Por su parte, el entorno familiar de Triñanes reconocía ayer que tendrá que transcurrir un tiempo hasta que pueda hablar de lo que pasó durante esos días. De hecho, los padres del fallecido rechazaron, de momento, atender a autoridades sanitarias que pretendían verse con ellos. Quizás por tratarse de un hecho fácilmente apreciable, lo que sí tenían claro ayer fuentes del entorno del fallecido es que la situación en la que estuvo en el hospital barbanzano «daba medo», refiriéndose al calor que hacía en su habitación.