El Tribunal Constitucional alemán confirmó ayer el derecho de una homosexual a adoptar al hijo de su pareja, con quien convive. El alto tribunal invalidó así la decisión de un tribunal de Schweinfurt, que prohibió a una mujer lesbiana adoptar al hijo de su pareja, pese a que contaba con el acuerdo del padre biológico. El tribunal consideró entonces que la ley que autoriza este tipo de adopción era anticonstitucional porque ponía en condiciones de igualdad a los padres biológicos del hijo y a la pareja del padre o de la madre. Pero los jueces constitucionales estiman que la relación biológica no debía primar sobre «la comunidad de responsabilidad sociofamiliar».
Desde el 2001, una persona homosexual puede adoptar al hijo de su compañero o compañera sentimental nacido de una relación anterior, siempre y cuando la pareja haya acordado un contrato que reconoce como pareja a dos personas del mismo sexo.