Garoña sufre una nueva avería a dos meses del cierre previsto

Alejandro Posilio

SOCIEDAD

25 abr 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

Una nueva avería en la central nuclear de Santa María de Garoña (Burgos) provocó en la madrugada del jueves la parada no programada del reactor, solo dos meses antes de que el Gobierno decida si cierra la planta por haber cumplido su ciclo vital previsto o amplía la licencia para que siga funcionando diez años más.

La parada, que se produjo a las 23.55 horas del jueves, fue debida al mal funcionamiento de uno de los relés que vigilan el desplazamiento del cojinete de empuje de una turbina, que emitió una falsa señal que activó los sistemas de protección. Tras el funcionamiento anómalo de esta turbina que genera la energía, el generador principal se desconectó de la red eléctrica.

Según informó el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN), el incidente no supuso ningún riesgo para los trabajadores de la central, ni para la población ni el medio ambiente. Tanto es así que fue calificado con un nivel 0 en la Escala Internacional de Sucesos Nucleares (INES), que va del 0 al 7.

Nuclenor, la empresa propietaria de la central (la mitad de Iberdrola y la otra mitad de Endesa) consideró la parada una cuestión menor e insistió en que en ningún momento se había producido riesgo alguno. De hecho, resaltó que el disparo de la instalación es una muestra de que los sistemas de seguridad funcionan correctamente.

Un portavoz de la compañía explicó que se aprovechará la parada del reactor para realizar tareas de mantenimiento complementarias en zonas de la central que no son accesibles en una operación ordinaria. Además, estimó que Garoña volverá a engancharse a la red eléctrica este fin de semana.

Esta avería se produce en un momento delicado, porque antes del 5 de junio el CSN ha anunciado que se pronunciará sobre la petición de prórroga de diez años más de la vida útil de la central que ha solicitado la empresa propietaria. Si el dictamen es negativo, el Gobierno tendrá que cerrarla, pero si es positivo el Ejecutivo podría igualmente echarle el cerrojo, pues su permiso para operar finaliza en julio y ya ha cumplido su vida útil durante 38 años.

Los grupos ecologistas recordaron ayer que Garoña, la central española que más tiempo lleva en servicio, ha sufrido tres incidentes en el último mes. El primero se produjo el 6 de abril, cuando el mal funcionamiento de una de las válvulas de alivio y seguridad produjo una parada no programada. Además, señalan que cinco días antes, cuando procedían a arrancar la planta tras la parada de recarga de marzo, se produjo una explosión y un incendio en un transformador eléctrico, aunque la central no notificó el incidente al CSN. Por eso piden su cierre, al estar ya amortizada.