Eufemia fue primero alimentada en O Xurés por el método de crianza campestre, desde un nido en una roca caballera al que se hacía llegar comida a través de un tubo de seis metros, sin que pudiera ver a los humanos. La reintroducción de águilas reales en O Xurés, que comenzó en el 2001, trata de devolver estas aves al paraje del que desaparecieron hace años. Tras cumplir cinco o seis años y buscar pareja, suelen volver para criar en su zona natal.
Eufemia, así bautizada por los montes de O Xurés donde fue cogiendo autonomía para cazar, volaba junto a Lobios, un macho liberado en el 2007 al que también están tratando de localizar. El emisor de otro macho liberado hace más años, Roger, ha dejado de dar señal, probablemente porque se le acabó la batería.
«Hemos instado a la Xunta a que se interese ante la Junta de Castilla y León para emprender acciones contra el coto donde Eufemia apareció tiroteada. Tenemos el día, el lugar y el mapa de todos los movimientos del ave», dice Ernesto Álvarez, naturalista con raíces familiares en Trives. Las aves reintroducidas tienen una menor tasa de supervivencia que las silvestres. Una apareció muerta hace años en A Cañiza, envenenada. «Cuanto más tiempo pasen en el lugar de reintroducción, más posibilidades tienen de sobrevivir», explica Ernesto Álvarez.