En el anterior libro que Pilar Urbano publicó sobre la Reina en 1996, esta ya expresaba algunas opiniones en torno a la política y los políticos:
Personajes. «Franco era un dictador, pero no un tirano». «Arias Navarro era un hombre duro y oscuro. No quería la democracia». «Felipe González es listo, muy listo, y ha llegado a ser un auténtico estadista». «Ceaucescu es un personaje odioso y grosero». «Adolfo Suárez es una gran persona, un amigo leal». «Gorbachov es un verdadero demócrata, por eso chocó con el comunismo ruso, que estaba pasado de época y recelaba de su talante abierto». «Los socialistas están sabiendo salir con elegancia del Gobierno». «Doña Carmen Polo influyó en el matrimonio de su nieta Carmen con Alfonso de Borbón». «Joseph Tarradellas era un gran estadista». O «Arafat es un verdadero amante de la paz».
Después del 23-F, se atribuyó a la Reina la frase: «¡Ese es Armada!», cuando el capitán Muñecas anunció en el Congreso que, dentro de unos minutos, llegaría la «autoridad militar competente» para encauzar el golpe. La Reina lo aclaró: «Ni lo dije, ni lo supuse, ni se me pasó por la cabeza ese mal pensamiento, o esa corazonada, ni nada por el estilo».
Autora material del fotomontaje de Navidad
Con este cumpleaños se desvelan muchas cosas desconocidas de la Reina. Por ejemplo, en una entrevista concedida a Efe con este motivo, reconoce haber sido ella la autora material del fotomontaje de las Navidades del 2005, donde aparecían los Reyes con sus nietos: «¡Con lo que la criticaron!», dice risueña. «Tenía la foto del Rey y mía con Leonor, así que cogí la del verano anterior en Mallorca con los otros nietos y los coloqué debajo». Inmediatamente comenzaron los comentarios: «Que si Victoria no tenía brazos, que tampoco los tenía en el original -añade entre risas- y no sé cuantas cosas más. Pero no me importa, estaba orgullosísima».
Y de los nietos dice que «cada uno tiene algo, son diferentes». De la infanta Leonor asegura que se parece a ella «en el corte de cara» y que «Victoria está cada vez más guapa». Eso sí, reconoce que los niños de hoy, incluidos sus nietos, «tienen demasiadas cosas».