La Expo cambia el programa de su inauguración ante la crecida del Ebro

M. A. P.

SOCIEDAD

04 jun 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

«Esto no había pasado por estas fechas en los últimos cien años y tenía que pasar a diez días de la Expo». El alcalde de Zaragoza, Juan Alberto Belloch, lamentaba ayer, resignado, que el temperamental río Ebro haya «querido ser protagonista» de la muestra. Los responsables de Expoagua, la sociedad organizadora, consideraban «prácticamente descartado» el montaje Iceberg, un espectáculo en el cauce mismo del río, para la apertura de la Expo a últimas horas del viernes día 13 y rediseñan el acto con un plan B, que previsiblemente derivará toda la ceremonia al Palacio de Congresos de Zaragoza.

«Tampoco pasa nada por que se recupere el Iceberg unos días más adelante», señaló Belloch. Se trata más bien de un ejercicio de prudencia, porque la crecida del Ebro a su paso por Zaragoza no alcanzará los peores niveles previstos. La punta de la avenida llegará este miércoles con un máximo de 1.900 metros cúbicos por segundo y una altura de 4,7 metros, por debajo de las expectativas iniciales de entre 2.000 y 2.200 metros cúbicos.

El presidente de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE), José Luis Alonso, considera que la riada está «controlada» si, como parece, las lluvias se alejan. En una rueda de prensa aseguró que las precauciones adoptadas por Expoagua «pecan de muy prudentes», aunque ante un acontecimiento de esta envergadura, «más vale pecar de exceso de prudencia que no de falta de ella».

Protección con sacos

La crecida del Ebro por Zaragoza será menor que la registrada el año pasado, pero centenares de viandantes se detenían ayer, martes, en los puentes y en los pretiles del paseo fluvial para contemplar las aguas embravecidas del río, de un violento tono marrón por la cantidad de tierra arrastrada a su paso. Mientras, en el meandro de Ranillas, emplazamiento de la Expo, se aseguraban todavía algunos sacos terreros y otras medidas de contención del agua, que, no obstante, llegó a entrar en el edificio del anfiteatro, aunque sin alcanzar el escenario.

El edificio destinado a las iniciativas ciudadanas, conocido como el Faro y construido con barro y otros materiales que se reciclarán al término de la muestra, estaba protegido hasta medio metro de altura. Conocido también como «el botijo», por su forma panzuda, el Faro ha sido construido deliberadamente en terreno inundable.

La estación meteorológica del Observatorio del Ebro, en Roquetas (Tarragona), ha registrado el mayo más pluvioso desde 1880. La precipitación acumulada el mes pasado fue de 229,3 litros por metro cuadrado. Los otros tres años con más agua por estas fechas fueron el 2002, 1957 y 1921.

No se esperan precipitaciones que impidan la celebración de la inauguración de la Exposición. Son las previsiones de la Confederación Hidrográfica del Ebro. La CHE vaticinó que el día 8 de junio el caudal se situará en torno a 600 metros cúbicos por segundo y para el día 13 estará por debajo de ese nivel.