La huella de las mujeres fundadoras se ha encontrado en más del 95% de los indígenas, de Alaska a Argentina
18 mar 2008 . Actualizado a las 02:00 h.La gran mayoría de la población nativa del continente americano, de Canadá a Argentina, procede de seis madres. Su ADN original deriva de un grupo de seis mujeres que integraban el grupo de los primeros colonizadores que llegaron a América hace 19.000 años por el puente de Beringia, una lengua helada que unía Siberia con Alaska. El origen genético de los indios se ha determinado mediante el estudio de más de 200 genomas mitocondriales, la central energética de la célula que se transmite de madres a hijos, en una minuciosa investigación de un equipo internacional que acaba de ser publicada en la revista científica PloS One y en la que ha participado de forma activa Antonio Salas, profesor de la Facultad de Farmacia de la Universidade de Santiago, miembro de la unidad de genética del Instituto de Medicina Legal y del grupo de Medicina Xenómica del Hospital Clínico, e investigador Ramón y Cajal.
El análisis del árbol genético, en el que también han intervenido científicos de Italia, Alemania, China, Argentina y Estados Unidos, revela que la huella genética de las seis madres fundadoras se encuentra en al menos el 95% de la población nativa actual. «En realidad se podría decir que el 100% de la población procede de estas seis mujeres, porque incluso entre los grupos que se han mestizado con otras poblaciones se podrían encontrar esos linajes originales», explica Salas.
Proceso muy rápido
La investigación aporta otro dato fundamental para cerrar de forma definitiva un debate que se ha mantenido durante años en el seno de la comunidad científica: ¿cuándo llegaron los primeros pobladores a América? Ni hace 30.000 ni hace 13.500 años. La colonización del continente por parte del Homo sapiens se inició hace 19.000 años en un proceso muy rápido que permitió que en apenas dos mil años los humanos se asentaran en toda esta extensa área geográfica, desde Alaska hasta Argentina o Chile.
La reconstrucción del puzle evolutivo del nuevo continente, además de descartar por completo la teoría que apuntaba que parte de la colonización pudo haber procedido de Polinesia, revisa la teoría más consolidada hasta el momento que sostenía, sobre la base del estudio de restos arqueológicos, que la colonización americana fue tardía, del orden de entre 12.000 y 13.000 años, aunque nuevas pruebas con carbono 14 la retrasan a 14.000 años. Con los nuevos datos, los libros de historia probablemente tengan también que reescribirse.