La NASA programa otra misión para reparar la estación internacional

Tatiana López

SOCIEDAD

02 nov 2007 . Actualizado a las 02:00 h.

Los planes de la NASA, la agencia espacial estadounidense, para concluir la anunciada estación espacial internacional (ISS, en sus siglas en inglés) podrían demorarse meses o incluso años después de que uno de los paneles solares encargados de proveer energía a la base fuese dañado el martes en una operación rutinaria. El panel, que estaba siendo inspeccionado en el momento del accidente, sufrió dos roturas cuando trataba de ser desplegado por los astronautas del Discovery, quienes detuvieron la operación en el momento en se percataron del suceso. «Son cosas que pasan -aseguró poco después el astronauta italiano Paolo Nespoli-, no es nada catastrófico, se mirará y se arreglará sin mayores consecuencias».

Sin embargo, sus palabras desentonan con el mensaje de urgencia lanzado ayer desde la agencia espacial estadounidense, según la que el funcionamiento de los paneles solares, cuya rotación se ha visto también afectada tras la detección de varios fragmentos de metal, «es fundamental en el proceso de construcción de la ISS y podría incluso afectar el próximo establecimiento del laboratorio europeo, previsto para diciembre».

Paseo en el espacio

Precisamente para evitar retrasos e inconveniencias, los técnicos de la NASA trabajaban frenéticamente al cierre de esta edición planeando una nueva misión, que tendrá lugar mañana, sábado, y en la que al menos dos tripulantes tratarán de reparar las roturas. La operación, que tuvo que ser retrasada un día para dar tiempo al personal de tierra a planificar la operación, implica que uno de los astronautas deberá adherirse al final de una grúa con el objeto de trasladarse hasta el brazo robótico que permite acceder al ala. De resultar exitoso este trabajo, que será realizado por el astronauta Scott Parazynski, los tripulantes del Discovery podrían regresar a la tierra el próximo lunes.

Visita presidencial

A pesar de los inconvenientes, la nueva aventura del transbordador ha dado también satisfacciones a su tripulación. Por una parte, cuatro de los siete astronautas presentes en la misión lograban ayer recolocar una enorme viga, de 73 metros de longitud, que durante más de siete años ha esperado a ser reubicada en su lugar definitivo. Otro de los logros alcanzados en esta nueva visita de la nave al espacio ha sido la recolocación de diversas juntas en el ala afectada, algo que los oficiales conseguían hacer utilizando tan solo unas llaves gastadas, tiras de aluminio y cinta adhesiva. «Es la ventaja de ser una chica de granja», bromeó poco después la astronauta Peggy Whitson, nacida en el estado de Iowa. La conservación se produjo en un breve descanso en el que toda la tripulación recibió la visita del presidente Bush y su mujer, Barbara. Tras los saludos de rigor, el líder de los republicanos se despidió animando a los profesionales a regresar a su labor. «Vuelvan a sus labores todos ustedes, ya está bien de divertirse -bromeó el político-. Ahora en serio, estoy muy, muy orgulloso de ustedes. Buena suerte y que Dios los bendiga». Precisamente, Bush ha sido uno de los principales propulsores del llamado renacimiento de la NASA. Con un presupuesto millonario, se estima que naves como el Discovery, cuyo primer vuelo se realizaba en 1984, podrían quedar fuera de uso para el próximo 2010, dando paso a aparatos más refinados, como el llamado vehículo de exploración Orion, cuya primera misión está prevista para el año 2014.