Galicia experimentó un cambio climático en la época romana

SOCIEDAD

M. MORALEJO

Restos arqueológicos hallados en Vigo constatan que hubo un avance y un retroceso de las rías El fenómeno se desarrolló entre el siglo II antes de Cristo y el I de la era actual

14 feb 2007 . Actualizado a las 06:00 h.

La colaboración entre un equipo de arqueólogos que trabaja en el yacimiento vigués de Rosalía de Castro II, en pleno casco urbano, y otro de científicos de la Facultad de Ciencias del Mar de la Universidade de Vigo ha demostrado que el cambio climático actual tuvo un precedente en la época romana. Este equipo interdisciplinar ha hallado rastros arqueológicos que llevan a pensar que Galicia vivió un cambio climático en los primeros siglos de nuestra era. Entre el siglo II antes de Cristo y el I de nuestra era se produjo un avance de las aguas marinas sobre la costa, mientras que a partir del siglo III se experimentó una recesión de la línea litoral. Según los expertos, el potencial estratigráfico del yacimiento es grande porque la roca base podría encontrarse a unos veinte metros de profundidad. Sin embargo, los trabajos de prospección no pudieron ir más allá de los cinco metros debido a la abundante presencia de agua, lo que provocó derrumbes. En el estrato más bajo del yacimiento, correspondiente a un momento que oscila entre el siglo II antes de Cristo y el cambio de era, existía una playa. En esta zona, los arqueólogos encontraron numerosos restos de cerámica. Este arenal comenzó, posteriormente, a recibir lodos, al igual que ocurre en la ribera del fondo de la ría. Fue la consecuencia del adentramiento del mar en la tierra a causa del cual se produjo una repartición de lodos finos. Receso en el siglo III Los científicos datan en ese momento histórico la creación de las salinas, alrededor del siglo I de nuestra era. Para que la salina cumpla su función, el mar debe entrar en ellas pero no sobrepasarlas. A partir de entonces, los especialistas comienzan a detectar que el mar ya está en fase de retroceso. Las salinas fueron abandonadas en el siglo III, tras un proceso de sedimentación muy rápido, en el que actuó como catalizador la fuerza del viento. Los arqueólogos todavía estudiaron un nivel más, que cronológicamente se corresponde con los siglos IV al VI. En este momento, se detectan ya varias sepulturas hechas con ladrillos, piedras o tégulas. La colaboración entre los científicos de la Facultad de Ciencias del Mar y el grupo de arqueólogos se inició a comienzos del 2006. Las condiciones del lugar llevaron a los técnicos de Patrimonio Histórico a reclamar el interés de los científicos de la Universidade. Cuando éstos acudieron al lugar, quedaron sorprendidos de la sucesión de niveles naturales que allí se puede atestiguar. Estos restos serán muy útiles para confeccionar un mapa local del cambio climático en los últimos doce mil años. La zona del Areal vigués, en pleno casco urbano, fue a principios de nuestra era un arenal que actuó como una barrera para resguardar todo lo que detrás se encontraba.