Los obispos ven difícil un acuerdo con el Gobierno sobre Educación, pero no imposible

Rafael Herrero MADRID

SOCIEDAD

25 may 2006 . Actualizado a las 07:00 h.

«Hagan ustedes las leyes y déjenme a mí hacer los reglamentos». La sentencia atribuida al conde de Romanones fue parafraseada ayer por el secretario general y portavoz de la Conferencia Episcopal Española (CEE), Juan Antonio Martínez Camino, a la hora de evidenciar las posibilidades de que gozan los obispos para negociar las cuestiones esenciales sobre la asignatura de Religión y los profesores que la impartirán una vez en vigor la controvertida Ley Orgánica de Educación. Admitió el portavoz de los prelados que «ojalá pudiéramos derogar la LOE», pero habida cuenta de la imposibilidad hay que centrarse en «sacar lo mejor posible», entre otras cosas porque «no hay más remedio». «Confiamos en que se puedan alcanzar soluciones, que no son fáciles pero son posibles», resumió Martínez Camino escasas horas después de que tuviera lugar en la sede del Ministerio de Educación la reunión de la comisión mixta Iglesia-Estado en materia de educación, donde ambas partes se dieron un plazo aproximado de diez días para limar en un nuevo encuentro las discrepancias existentes en aspectos esenciales. La comisión no se reunía, según Camino, desde junio del año pasado. En el encuentro, la delegación episcopal estuvo encabezada por su vicepresidente y arzobispo de Toledo, el cardenal Antonio Cañizares.