Hechos y figuras
05 nov 2005 . Actualizado a las 06:00 h.?Sé que mientras unos cuantos creamos todavía en los efectos prodigiosos del magosto, la humanidad aún no está perdida». Con estas palabras, Bieito Rubido Ramonde , director de La Voz, inauguró, en calidad de pregonero, la décima Noche de Galicia en Madrid, que el restaurante El Torreón dedica a este humilde manjar de la tierra. Además de señalar la progresiva desaparición de esta festividad y de las célebres castañeras, «la personalidad auténtica de Galicia, que aportaba gratis, con su máquina siempre limpia y la mesa adornada, el aroma más atrayente del invierno», según sus palabras, quiso elogiar las múltiples virtudes de la castaña. «Es baja en grasas y rica en glúcidos, aporta vitamina C en cantidad si se consume fresca y contiene diez minerales esenciales. Ya le gustaría a la buena de la patata o al afamado pan dar tan brillante nota en el examen de la alimentación saludable», explicó Rubido. Más de 1.500 insignes invitados, procedentes de los más diversos ámbitos de la sociedad, acudieron al restaurante regentado por Melquíades Álvarez para dar buena cuenta de más de 500 kilos de castañas preparadas por los maestros asadores, traídas de los bosques de la Ribeira Sacra. La Gran Noche del Magosto 2005 estuvo presidida por el célebre diseñador ourensano Adolfo Domínguez , a quien se le entregó el Castaño de oro para reconocer su carácter pionero y su gran proyección internacional. A pesar de estar dedicada al fruto del castiñeiro, otras exquisiteces gallegas tuvieron un gran protagonismo en esta velada al estar presentes en el suculento menú de la cena: crema de nécoras con castañas, foie de oca, marisco, lacones de Lugo, cachuchas y chorizos de Allariz, y patatas y grelos de Xinzo, todo ello regado con vinos tintos de Mencía y blanco Albariño. Tampoco faltaron la bica de Castro Caldelas, los melindres y rosquillas o la espectacular queimada. La fiesta duró hasta altas horas de la madrugada, con baile y barra libre. Cuando uno vive de su imagen, lo importante es que hablen de uno, aunque sea mal. Que se lo digan a Kate Moss , que, tras salir hace unos días de la clínica donde ingresó para desintoxicarse de las drogas, empieza a recuperar contratos a la misma velocidad con la que los perdió tras aparecer unas fotografías en las que se la ve esnifando cocaína. La modelo vuelve de la mano del diseñador italiano Roberto Cavalli , que la ha convertido en protagonista de su próxima campaña publicitaria para primavera-verano 2006. La modelo fue fotografiada los pasados días 1 y 2 en la isla de Ibiza por los fotógrafos Mert y Marcus y en las fotos aparece vestida de Cavalli abrazada a un árbol, guapa, delgada y muy morena. Cavalli explica que ha tomado la decisión de contratarla para darle una oportunidad y porque está convencido de que Moss es capaz de interpretar mejor que cualquier otra su estilo. Y quizás también para beneficiarse de la fama que tiene ahora la chica, aunque eso no lo dice. La historia Menem-Bolocco promete convertirse en el culebrón de la temporada. Ahora, el ex presidente argentino afirma que está profundamente enamorado de su esposa, la chilena Cecilia Bolocco, y descarta absolutamente que se vaya a divorciar, como han indicado algunos medios de prensa. «Olvídense, yo les pido a los medios que no inventen cosas; estoy profundamente enamorado, nunca estuve más enamorado de Cecilia que ahora», aseguró Menem.