La salud no espera

SOCIEDAD

MEDIO FERRADO

07 nov 2004 . Actualizado a las 06:00 h.

YA ESTÁBAMOS de acuerdo en que la justicia lenta es una justicia eficaz; ahora estamos viendo que una sanidad lenta no sólo es ineficaz; también es mortífera. Pero no son estos trágicos casos personales, íntimos, aislados, los que ponen en marcha a las administraciones. Algunas alarmas de tipo estadístico deben haber sonado en Galicia para que se emprenda, por fin, un plan de choque que lleve hasta lo razonable las listas de espera de los servicios públicos de salud. Las comparaciones son odiosas, sobre todo si te colocan en los peores lugares entre las comunidades autónomas españolas. Puede parecer prosaico, pero la solución a este problema social es una cuestión económica. Desde el viejo Alceo sabemos que «dinero es el hombre»; también su salud. Las listas se acortarán con dinero, sea para «peonadas» de los médicos en ejercicio o para la contratación de más facultativos y sanitarios, que, aunque suene paradójico, también sufren el paro. Y no sólo hay que fijarse en el tramo final de la función médica, en la cirugía o en la atención especializada: también habrá que enfocar a la atención primaria. Un primer examen médico más detenido y exhaustivo permitiría excluir de la espera ante el especialista a casi una quinta parte de los pacientes, esos que finalmente no padecen el mal que se suponía sino el que domina el especialista de al lado, del que los separan otros cinco meses de espera.