Juicio diodenal

LUIS VENTOSO

SOCIEDAD

VIDAS EJEMPLARES

03 sep 2003 . Actualizado a las 07:00 h.

MUCHO se ha elucubrado sobre la contribución del lexicógrafo Gregorio Sánchez a la renovación del castellano. También son conocidas sus aportaciones al humorismo ibérico. Pero hasta hoy, nadie ha estudiado su tarea en el mundo del Derecho. Va siendo hora de que los juristas universitarios se ocupen de Gregorio y glosen sus aportaciones en ámbitos tan importantes como, por ejemplo, la defensa de la propia identidad. Para desbrozarles el camino a los eruditos, vamos a recordar aquí el antológico caso Calzada versus Grijánder . Gregorio Sánchez, conocido en su faceta mundana como Chiquito de la Calzada , se batió en tribunales contra Florentino Fernández, que compareció ante la Justicia en su rol de Lucas Grijánder. Sánchez-De la Calzada acusaba a Fernández-Grijánder de haber suplantado su personalidad con claro ánimo de lucro. En una vista que figura ya en los anales del Derecho civil español, el magistrado interrogó al demandado para cerciorarse de si había plagiado o no la forma de ser del demandante. En concreto, el juez acorraló al acusado con una pregunta clave: «¿Es cierto que ha venido usted utilizando regularmente expresiones como ¡jarl!, ¡por la gloria de mi madre!, o pecadooor de la pradera ?». Aunque Grijánder reconoció haberse beneficiado del léxico chiquitistaní ideado por el otro cómico, el juez estimó que tal conducta no era sancionable. A los simpatizantes de Gregorio, la sentencia nos parece más incomprensible que ver a Mimosín anunciando Predictor . Pero ahora ya sólo nos caben dos soluciones: acudir al Constitucional o hacerles a los dos pecadores la prueba del ADN, a fin de certificar cuál es el finstro original. to