Roberto Verino avanza hacia el pasado

beatriz pallas MADRID. ENVIADA ESPECIAL.

SOCIEDAD

El diseñador propone una colección que recupera viejas prendas del armario en una búsqueda de la felicidad La vieja chaqueta gastada por los codos, el jersey de una hermana mayor que empieza a quedarse pequeño. Roberto Verino revuelve en el armario y saca de su escondite todas esas prendas cargadas de cariño y de recuerdos que ya se han quedado aparcadas por muy usadas o por pasadas de moda. El diseñador gallego presentó en su primer desfile de regreso a la Pasarela Cibeles una colección para el próximo invierno cargada de nostalgia y con un mensaje muy claro, que es la búsqueda de la felicidad.

29 ene 2001 . Actualizado a las 06:00 h.

Sobre una pasarela de asfalto, con carril de ida y vuelta, los modelos de Verino buscaron el paraíso, que no está en los mares del sur, en los que se inspiró para la exótica colección de primavera-verano que ahora llega a los escaparates. El edén está en saber buscar la felicidad en lo que uno tiene alrededor y en las cosas que de verdad valen la pena. Por eso el diseñador apuesta por recuperar del armario las prendas más queridas o las que tienen detrás una historia familiar. Porque, según él, la moda sólo sirve si ayuda a ser un poco más feliz y si se sabe mirar los ojos adecuados. Por eso su colección se inspira directamente en el pasado, sobre todo en los años cuarenta, de los que retoma chaquetas de lanas muy naturales con remiendos en los codos o con puños que han tenido que ser cosidos y reciclados con nuevos tejidos superpuestos. Sobre sobrios pantalones de mezclilla y jerseys de punto muy austero se pueden llevar sin problema suntuosos batines de satén con grandes flores y brillos de pedrería. El diseñador de Verín apostó por los abrigos cortos, que a veces incluso se quedan en chaquetones, y que se realizan tanto en paño como en pana o en cuero envejecido, tejidos estrella para sus errantes modelos. Las faldas se sitúan a la altura de la rodilla y sólo en casos contados se permitió un corto un poco más radical. Los colores que toma Roberto Verino son los de la tierra, los matices del rojo apagado y, sobre todo, la dualidad positiva y negativa del blanco y negro. Y es que en esta colección planean muchas referencias al cine, desde La dolce vita de Fellini, a Dos en la carretera, La chica de la maleta, París-texas, Belle de jour o Kings of the road. El desfile, animado en directo por el conjunto de jazz Princes of Time, y que contó con la presencia de famosas como Anne Igartiburu o María Barranco, finalizó con un amplio repertorio de sobrios conjuntos blancos o negros iluminados con los brillos de pulseras, collares y cinturones de microcristales Swarosky o con los animales grabados en pedrería, que impregnaron incluso las chaquetas de cuero.