Las nuevas paternidades según la ficción televisiva

rosa palo MURCIA / COLPISA

PLATA O PLOMO

Pedro Pascal, en «The Last of Us», de HBO Max
Pedro Pascal, en «The Last of Us», de HBO Max HBO Max

Los modelos de progenitor se han transformado en las series a lo largo de los años

19 mar 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Tradicionalmente, la paternidad se ha reflejado en la ficción a través del modelo de padre ejemplar. Entregado al trabajo, fiel a su esposa y cariñoso con sus hijos, se ocupa y se preocupa por proveer a los suyos, algo que lo convierte en el cabeza de familia y en la representación de la autoridad. Pero los modelos de paternidad en las series han cambiado radicalmente en los últimos años, adaptándose a la realidad social y convirtiéndose en personajes complejos, poliédricos, alejados de la personalidad monolítica del padre al uso. Con motivo del Día del Padre esta es la guía definitiva sobre las nuevas paternidades de la televisión.

PADRE EN TERAPIA

Tony Soprano, de «Los Soprano». Sometido por una madre que lo culpabiliza de todas sus desgracias y agobiado por la educación de unos hijos adolescentes a los que intenta mantener apartados de su negocio criminal, Toni Soprano, tras varias crisis de ansiedad y un desvanecimiento, se somete a una terapia para intentar saber qué le sucede, por qué razón se siente vulnerable cuando él es un tipo duro (muy duro) de New Jersey.

PADRE MODERNO

Berto, de «Mira lo que has hecho». Ser padre no puede ser tan difícil, pensó. Pues lo es. Tanto como cambiar el concierto de Lori Meyers por la función de fin de curso, irse de cañas con los colegas por el parque de bolas o la peli de Scorsese por la última de Disney. El padre moderno quiere distanciarse de la figura autoritaria de su progenitor, compatibilizar trabajo y familia, ser corresponsable en el cuidado de los niños y seguir quedando con sus amigos para echar una pachanga. Y todo no puede ser.

PADRE PROVEEDOR

Walter White, de «Breaking Bad». Es capaz de cualquier cosa para asegurar el futuro de los suyos, y eso incluye empezar a traficar con metanfetaminas. Pero experimenta el poder, le coge el gusto y decide que convertirse en un narcotraficante es lo mejor que le ha pasado en su vida.

PADRE DESASTRE

Homer Simpson, de «Los Simpson». Vago, torpe, infantil, iracundo y negligente, sus hobbies favoritos son comer, beber y ver la televisión. Pero sus hijos se lo perdonan todo porque, a pesar de los líos en los que mete a su familia, es cariñoso con ellos, e intenta comprenderlos.

PADRE AUSENTE

Don Draper, de «Mad Men». «Dónde estabas entonces, cuando tanto te necesité», le podrían cantar sus hijos. Pues estaría en un bar poniéndose morado a Old Fashioned, o liándose con alguna señora o imaginando alguna campaña exitosa. Draper es un tiburón en Madison Avenue, pero un desastre en su casa. Por eso va poco por allí, y deja el cuidado de sus hijos en otras manos: primero en las de la madre de los niños, después en las de su segunda esposa. Creció sin una figura paterna, y él ha hecho lo mismo.

PADRE SIN HIJOS

Joel Miller, de «The Last of Us». Joel perdió a su hija, lo que lo transforma en un hombre profundamente herido, en un mercenario descreído que ha aprendido a vivir en el infierno. Pero se encuentra con Ellie y, transcurrida la desconfianza inicial, no solo se erige en su protector, sino que, poco a poco, irá renaciendo un sentimiento que Joel creía enterrado, y se convertirá en un padre adoptivo capaz de llegar a extremos insospechados.

PADRE SATURNO

Logan Roy, de «Succession». Es Saturno devorando a sus hijos, es el león en invierno, es el rey que no quiere renunciar al trono, es el padre shakesperiano, implacable, rencoroso, vengativo, controlador; un depredador que coloca su fortuna y su ambición muy por encima de su familia, un monstruo capaz de enfrentarse a sus hijos y de enfrentarlos entre ellos.