«The Terror: The Infamy», la Segunda Guerra Mundial entre fantasmas

Una de las grandes sorpresas del 2018 en el mundo de la televisión fue la irrupción de The Terror. Sorpresa por su enorme calidad y por quedarse al margen de las grandes plataformas de distribución (se emite a través del canal de pago AMC). Y una de las mejores noticias del final del 2019 e inicios del 2020 ha sido esta especie de continuación, convertido ya The Terror en una franquicia, trasladando esta miniserie (10 capítulos) a un tiempo y un espacio bien diferentes a la primera temporada. Entonces el objetivo era llevar al espectador a un momento secundario del siglo XIX, al reto mayúsculo que supuso intentar cruzar el Ártico por un ruta desconocida, colando por el medio un relato de fantasmas. Ahora la meta está en otro instante colateral de la historia contemporánea: la persecución a los japoneses que vivían en Estados Unidos durante la Segunda Guerra Mundial. Más de 140.000 personas que se vieron confinadas en campos de reeducación donde habían de demostrar su amor a la nueva patria, mientras Washington ordenada bombardear Hiroshima. Un doloroso pasaje que los creadores de la serie van deslizando mientras nos cuentan otro relato: el de las tradiciones de los espíritus nipones, esos que no pueden descansar y dejar de vagar por esta parte del mundo hasta que no logren limpiar sus manos de toda mancha pasada. Es la parte más inquietante. Aunque las dos están igual de logradas.

The Terror: The infamy se convierte así en una doble serie: será un cuento de fantasmas para quien busque eso; será un episodio histórico estupendamente recreado para quien espere ese otro contenido. E igual que Psicosis consiguió que una cortina de baño deje de ser solo eso, en esta segunda temporada de The Terror una ráfaga de viento nunca volverá a sentirse igual.

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