De cartillas de racionamiento de una empresa de Santiago a títulos universitarios no recogidos o a una orden firmada por los Reyes Católicos, entre los tesoros del Arquivo Histórico de la USC

VIVIR SANTIAGO

Este jueves se organiza, por la Semana Internacional de los Archivos, una nueva visita al Arquivo Histórico Universitario de Santiago, donde se conservan incluso pergaminos del siglo IX. Entre sus joyas está el documento de 1526 que regulaba la vida interna del Hospital Real, hoy Hostal dos Reis Católicos, y en el que se detallan las funciones de todo su personal, incluido el barbero y repostero
12 jun 2025 . Actualizado a las 17:48 h.Será este jueves cuando las personas que se hayan inscrito para una visita guiada podrán recorrer de 12.00 a 13.15 horas el Arquivo Histórico Universitario y visitar los depósitos a los que el público tiene generalmente prohibido el acceso, en el marco de una de las muchas actividades programadas en Santiago por la Semana Internacional de los Archivos. Una conmemoración en la que se vuelcan la Xunta, la Catedral y la Universidade de Santiago, con el propósito de dar a conocer a los ciudadanos el trabajo de unos departamentos que se centran en la conservación y protección del patrimonio y que atesoran documentos de altísimo valor.
«Nosotros somos un centro muy antiguo, de gran tradición. Este archivo empieza prácticamente con la fundación de la propia universidad, a finales del siglo XV. Nuestro fondo universitario se proyecta hasta esa época, pero tenemos también mucha documentación anterior. Se puede decir que para estudiar la historia de la educación en Galicia a lo largo del Antiguo Régimen y de la edad contemporánea hay que pasar ineludiblemente por este archivo. Los documentos primarios los conservamos aquí», pone en valor Jaime Fariña, el subdirector del archivo de la USC, mostrando parte de su rico patrimonio.
«Aquí se conservan en libro buena parte de las matrículas o de las calificaciones de todo el alumnado de la Universidade de Santiago desde que la universidad existe. Suponen como varios siglos de calificaciones académicas...», reflexiona, enseñando esos documentos. «Tenemos también libros de visitas reales o libros de claustro del Antiguo Régimen, restaurados. Esos son los libros más antiguos del fondo universitario. Se remontan hasta el siglo XVI», prosigue.
«Pero ese fondo ligado a la USC es solo una parte de lo que conservamos... Aquí están también archivos municipales, con documentación tanto del concello de Santiago como de los antiguos ayuntamientos de Sar, Enfesta o Conxo. Esos son de los fondos más consultados. La historia local, la más próxima a la ciudadanía, aporta documentación muy interesante para todos, y reconocible», comenta.
«Algo también muy notable es el fondo documental del antiguo Hospital Real, hoy Hostal dos Reis Católicos, incorporado al archivo en 1960. Otra parte muy importante es el conjunto de fondos del clero, constituido por la documentación acumulada por distintas instituciones religiosas, muchas de ellas de origen medieval. Tenemos mucha documentación medieval y de la Edad Moderna. Somos el archivo civil con documentación medieval más importante de Galicia, lo que hace que conservemos mucha documentación en pergamino. En una misma jornada nosotros, los archiveros de este centro, podemos pasar de gestionar un documento electrónico a consultar un pergamino del siglo IX, de los más antiguos de Galicia, que pertenece a esos fondos del clero», contrapone sonriendo Jaime Fariña, y ahondando en más singularidades del Arquivo Histórico Universitario.
«En este archivo se pueden consultar también los protocolos notariales centenarios de nueve distritos, incluyendo el de Santiago y el de otros concellos cercanos, que ocupan más de 40.000 unidades de instalación. En ese sentido nosotros realizamos las funciones a nivel local de un archivo histórico provincial. Esa documentación notarial es también muy consultada, también para estudios de carácter histórico, al conservarse desde la Edad Moderna hasta nuestros días de manera continuada... Otros documentos que también no se pasan por alto son los fondos de distintas familias de la burguesía y de la nobleza », expone.
«Una de las secciones que más crece es el conjunto de fondos del movimiento y de la lucha estudiantil en la USC, también enriquecido en base a los fondos personales de protagonistas de la actividad política y sindical», razona, mientras recorre las distintas estancias de un archivo situado en un edificio modernista de la rúa das Casas Reais, en el corazón del casco histórico compostelano.
«Se aloja en lo que era la sede de los antiguos almacenes Simeón...», apunta, enseñando libros, de gran volumen, de la actividad comercial de esa relevante empresa, también conservados en el archivo.
«Aunque se pueda desconocer, aquí conservamos documentación de muchas firmas gallegas, como de la conservera viguesa Curbera... De unos almacenes que había en Santiago, Ron y Noya, desaparecidos hace mucho tiempo y que tuvieron una gran actividad durante la primera época del franquismo, se conservan incluso las cartillas de racionamiento asignadas a ese negocio. Cuando vienen visitas siempre destaco que sus documentos, pese a la curiosidad histórica y las posibilidades para investigación, casi no se consultaron», reflexiona. «Una constructora de Santiago, cuando desapareció, Rodolfo Lama, depositó también su documentación en este archivo, con sus proyectos y expedientes de construcciones, con sus planos… Muchas veces tenemos que acudir a ellos hasta para obras que se hacen ahora en edificios compostelanos, como en la Facultade de Historia», señala, poniendo en valor la distinta documentación. «De la Sociedad Española de Construcción Naval conservamos una colección de fotografías de buques tanto de pasaje como de guerra, que tuvieron un papel muy destacado en el transporte de emigrantes y en la Guerra Civil Española», añade el subdirector del archivo, accediendo ya al espacio donde se conservan varios de los considerados tesoros del archivo. Unos fondos de especial valor y antigüedad.
«Un documento destacado es el conocido como letras ejecutoriales apostólicas, similar a una sentencia judicial emitida por la autoridad apostólica, por Roma, en relación a un litigio que tenía el arzobispo de Santiago con el administrador del Hospital Real. La razón era la siguiente: Santiago era una localidad de señoría arzobispal, pero el Hospital Real era una institución real. Surge entonces un litigio por la jurisdicción, sobre el que se pronuncia Roma. Ese tipo de sentencias, que confirmaban derechos u otorgaban privilegios, eran de una suntuosidad muy relevante. El libro aquí conservado, de 1516, de cuando se consolida el Hospital Real, conserva incluso una miniatura», muestra, ahondando en más documentos relacionados con esa institución hospitalaria y real.
«Se conservan en este fondo muchos documentos emitidos por la cancillería real. Uno es una real cédula, como una orden, con las firmas autógrafas de los Reyes Católicos. En ella se ordenaba al deán de Santiago, Diego de Muros, administrador del hospital, que comprase 100 camas con su ropa para los peregrinos que llegasen a Santiago en el año de 1501… También se conserva otro documento, las constituciones, que regulaba la vida interna del hospital situado en el actual Obradoiro, dado por el rey Carlos I en 1526. Es muy curioso consultarlo porque en él se detalla las funciones y las competencias que en el Hospital Real tenía el administrador, el mayordomo, el enfermero mayor, los médicos, el cirujano, el repostero, el barbero (que sería como el practicante) o también el hospitalero de los sanos, la figura encargada de la recepción de los peregrinos», señala con mimo.

«Algo también muy relevante son los títulos universitarios que, por distintas razones, no se recogieron, y que conservamos. Hay incluso de la época de Alfonso XIII o de la República», enseña. «En las visitas esto es de lo que más sorprende», razona, recalcando que en la visita programada para el jueves los asistentes tendrán también la posibilidad de asistir a la explicación de cómo se restaura un documento dañado, al ser el Arquivo Histórico uno de los tres gallegos que cuentan con ese servicio.
«La primera visita, ya organizada, por la Semana Internacional de los Archivos, se prolongó de una hora y quince minutos a las casi 2 horas. Creo que a mucha gente les sorprendió lo que conservamos», destaca agradecido.