El gobierno de Santiago confía en empezar a recaudar la tasa turística este verano

Olimpio Pelayo Arca Camba
O. P. Arca SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO CIUDAD

PACO RODRÍGUEZ

Míriam Louzao señala que la recaudación buscará equilibrar los gastos que el turismo genera al Concello, aunque un nuevo foro aportará sugerencias sobre el destino de esos fondos

29 mar 2025 . Actualizado a las 20:25 h.

El gobierno local de Santiago espera tener aprobada la tasa turística este verano. Lo señalaron Míriam Louzao, concejala de Turismo, y César Manuel, edil de Facenda, tras una reunión a la que se convocó este viernes a decenas de colectivos del municipio para exponerles el borrador de proyecto de la ordenanza fiscal. Indicaron que el texto está muy trabajado, y tras este encuentro con colectivos, se valorará la introducción de algunas de sus aportaciones, para rematar después los informes técnicos, y llevar el texto a una aprobación plenaria inicial a la que seguirá una exposición pública de 30 días hábiles: «Estamos falando de prazos que no verán sería factible ter aprobada a taxa», dijo César Manuel. Corroboró Louzao que la documentación está avanzada, a falta de concretar cuestiones puntuales como la preferencia del sector por autoliquidaciones trimestrales o semestrales: «Tan pronto remate o prazo de consulta previa e recollamos as achegas, remataremos os informes e poñeremos todo o expediente en marcha, todo o rápido que poidamos para que o imposto sexa realidade canto antes. Agardamos tela este mesmo verán».

Y será entonces cuando empiece el cobro de la tasa turística, sin dilación, avanzó la concejala de Turismo. En paralelo se conformará un Foro de Turismo Sustentable que ampliará el número de integrantes del anterior Consello Municipal de Turismo, que no se convoca desde el 2019. Será ese órgano el que debata el destino de lo recaudado con la nueva tasa turística (2.625.000 euros es la previsión anual). Míriam Louzao recordó que la legislación establece un 20 % será para el destino que decida el Concello, mientras un 80 % irá a promoción e inversiones que trabajen por un turismo sostenible: «Nese foro falaremos de en que se pode investir, e logo o goberno decidirá. Pero en todo caso o que queremos co recadado é equilibrar a diferenza que hai entre os gastos que ten un concello pequeno como Compostela provocados polo impacto da cantidade de persoas que nos visitan en relación ao número de persoas que a habitan». Entiende así que lo lógico es que se destine a la inversión que hace ya el Concello en turismo, y a otras partidas que mejoren la vida de la ciudadanía y al tiempo reviertan en quienes la visitan, en cuestiones como mejora del patrimonio, mayor cuidado de espacios, parques y jardines, limpieza y seguridad: «A gama é moi ampla, pero serán cuestións que falaremos nese foro co sector, coa cidadanía e decidiremos entre todos».

En cuanto a la receptividad de la nueva tasa, la concejala admitió que parte del sector turístico, «principalmente quen ten que recadala, é un pouco reacio, porque o ven como unha carga administrativa máis». Louzao espera que esa visión cambie con el tiempo, pero señala que por los resultados de encuentros y encuestas «quedou claro que a maior parte da sociedade compostelá demanda que este imposto sexa unha realidade».

Frente al plazo del verano del gobierno local, escepticismo del sector. José Antonio Liñares, portavoz de la Unión Hotelera, expresó sus dudas de la viabilidad de la tasa, indicando que «pode haber certos desencontros coa norma da Xunta que temos que estudar». Se planteó el destino de unos fondos cuya recaudación «para nós é un traballo extra».

Además de reiterar que se cobrará al viajero que mayor valor aporta a la ciudad «e non aos que causan os problemas, que son excursionistas e visitantes que non pernoctan», destaca que será otra piedra en la mochila burocrática que complicará la gestión sobre todo en pequeños establecimientos, con propietarios que se rinden y optan por alquilarlos a plataformas o franquicias. Liñares reclamó un encuentro específico de sector turístico y hotelero con responsables municipales.

La tasa turística de Santiago prevé una recaudación anual de 2.625.000 euros al año, un cálculo que el edil de Facenda considera «conservador». Es un poco más que los 2.485.000 euros de presupuesto de Incolsa para la promoción del turismo en la ciudad, subraya Roberto Almuíña, presidente de la Asociación de Vecinos Fonseca, del casco histórico. Si Liñares considera la reunión de ayer «unha posta en escea con 80 colectivos que seguramente se ven afectados por todo isto, pero non dunha maneira tan directa coma nós», Almuíña considera fundamental esa apertura a entidades que «sufrimos dalgún xeito o turismo e tamén teremos algo que dicir cando se trata de impoñer unha taxa aos visitantes». Él apoya la tasa turística porque no le parece adecuado que un jubilado o un comerciante de San Roque que no vive del turismo contribuyan a esos 2,5 millones con que el Concello promociona el destino: «É unha industria plenamente desenrolada e non parece lóxico que non sexa autosostible».

En la reunión la mayoría de cuestiones se centraron en cómo cobrarán la tasa los establecimientos turísticos y en el destino de esos fondos, para conocer su repercusión en la vecindad y en el sector turístico. Entre demandas de mayor claridad sobre las inversiones que se acometerán con lo recaudado, se escucharon propuestas como la conservación del patrimonio y también el temor de la federación de colectivos vecinales del rural de que no se les tenga en cuenta, pese a que los Caminos de Santiago los recorren, y la repercusión de la tasa se quede solo en la ciudad. Junto a Míriam Louzao y César Manuel, siguieron la reunión desde el público otros munícipes compostelanos como María Rozas, María Baleato y Sindo Guinarte.