El Ayuntamiento de Santiago se plantea alquilar autobuses para reforzar una flota envejecida

r. m. SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO CIUDAD

PACO RODRÍGUEZ

No le está resultando fácil, por la edad de los disponibles o por el coste de los de leasing

08 nov 2022 . Actualizado a las 12:30 h.

El Ayuntamiento está buscando soluciones para reforzar la actual flota de autobuses urbanos, aquejada por el deterioro de un uso que se ha prolongado bastante más de lo previsto. Con una concesión que venció en el 2016 (arrancó en el 2006), el servicio se está prestando desde entonces sin contrato y en base a las órdenes de continuidad del Ayuntamiento, que tiene pendiente todavía la licitación del nuevo contrato. La convocatoria del concurso parece próxima ya, después de haberse enredado con la pandemia y la posterior exigencia legal de introducir vehículos de energías limpias —cuando la previsión era combinar estos con los de combustión—, pero no aportará una solución rápida.

Entre la licitación, que se prevé para enero, su resolución y el encargo de los nuevos autobuses, la disposición de la nueva flota se irá a bien entrado el 2024. Y, en las condiciones de la actual, eso se hace mucho tiempo para dar el relevo a unos autocares avejentados y aquejados de averías continuas, cuando no inutilizados por el fuego, como los dos incendiados en los últimos meses, el último en San Marcos hace unos días, lo que ha llevado al PP a pedir una comisión municipal de investigación para ir al origen de «este colapso» y valorar soluciones de urgencia.

El gobierno local está buscando ya alternativas para aportar una solución transitoria que permita reforzar la flota actual, aunque no parece que vaya a llegar de inmediato. Está viendo la posibilidad de alquilar autobuses, pero no está resultando fácil. Después de un mes indagando, no hay autobuses nuevos para alquilar, solo en régimen de leasing, pero con precios «desproporcionados» y sin posibilidad de disponer de ellos hasta el próximo verano, según apuntaba ayer el alcalde, Xosé Sánchez Bugallo. Sí hay alguna alternativa con vehículos de segunda mano, pero también tienen su edad, porque ya fueron retirados de otras ciudades. Los de menor antigüedad en ese caso tienen 12 años.

En esa búsqueda se han encontrado con alguno más joven, unidades sueltas que también están considerando, aunque lo que quiere el Concello es hacerse con un grupo de al menos ocho vehículos, porque ahora mismo no se trata de renovar toda la flota, sino de disponer de unos ocho para sustituir a los que necesiten un recambio, definitivo o puntual. El grueso del servicio se mantendrá con los actuales, que están pasando la ITV cada seis meses y por tanto cumplen los requisitos para prestar servicio como transporte público, dice el alcalde, quien afirma que en esa búsqueda se han encontrado «con poucas ofertas e pouco atractivas», aunque está pendiente de saber si Monbus (el grupo de la firma que presta ahora el servicio) puede conseguir mejores condiciones, incluso de lograr buses nuevos para alquilar. De hecho, el Concello ha estado en conversaciones con ella con ese objetivo y espera una contestación esta semana. «A partir de aí iremos tomando decisións», dice el regidor.

El alquiler parece la alternativa idónea para esa solución transitoria, entiende Bugallo, aunque no descarta de momento ninguna posibilidad, ni siquiera la que formula la empresa de adquirir ella ya la nueva flota e incorporarla a la próxima concesión. Pero esa es la más complicada para Bugallo, porque obligará a un nuevo estudio económico y porque podría ser un condicionante para el concurso.