«El psiquiátrico de Conxo posiblemente era la empresa más grande de Santiago»

Elisa Álvarez González
Elisa Álvarez SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO CIUDAD

Raquel Cacabelos

«El final del franquismo era nuestra ilusión y por eso luchamos», cuenta el economista, directivo del Ateneo y exconcejal

16 ago 2016 . Actualizado a las 12:57 h.

Francisco Candela es de A Coruña, «de una familia muy coruñesa», y nada hacía presagiar que pronto se convertiría en un compostelano de adopción. Aterrizó en Barcelona para estudiar en la universidad Economía de la empresa y Actuario de seguros, una titulación que forma a los altos técnicos de las compañías aseguradoras. En 1970, tras terminar, recibió una llamada del decano Luis Suárez Llanos para incorporarse a la Facultad de Económicas de la Universidad de Santiago. Así lo hizo, como profesor ayudante en una promoción de alumnos que después tuvieron importantes roles en la vida política: Abel Caballero, Emilio Pérez Touriño, Xaime Barreiro...

Con el profesor Ramón López Suevos impulsó una plataforma de profesores no numerarios, que no tenían ni seguridad social, «y participamos en una asamblea nacional en Granada. Como consecuencia no nos renovaron ni a él ni a mí», explica. Y es que eran aún los últimos años del franquismo, que Francisco Candela sentiría en sus carnes nuevamente cuando comenzó a trabajar en el psiquiátrico de Conxo como administrador. «Junto a un equipo médico excepcional se estaba desarrollando un proceso de cambio, acabar con el manicomio y transformarlo en un hospital. Estábamos en plena batalla contra el franquismo y obviamente nos encontramos con una gran resistencia de las estructuras políticas». Resistencia que se plasmó en sendos expedientes a Candela y al director médico, Francisco Torres, tras una huelga en el psiquiátrico, que por aquel entonces «era posiblemente la empresa más grande de Santiago, con 400 empleados y más de dos mil enfermos».

En aquel momento Pancho Candela ya se había casado en Santiago, con una joven a la que conoció curiosamente en comisaría. Su actual mujer era representante de alumnos de Económicas y una reunión celebrada en el centro acabó con los asistentes en comisaría. Allá fueron Candela, cuando era profesor ayudante, y el decano de la facultad, a interceder, «y después fuimos a tomarnos todos una copa al Don Juan. Así conocí a la que hoy es mi mujer», cuenta.

Fueron años en los que comenzó su vida política «con la intención de incorporarme al proceso de transformación democrática del país, el final del franquismo era nuestra ilusión y por eso luchamos para que ese cambio se produjera».

Incorporado ya a la empresa privada, primero en una compañía minera y después en otra que producía cemento, colaboró también con el sindicato CC.OO. «y de hecho creo que fui el primer economista que tuvo Comisiones en Galicia», en donde participó fortaleciendo la estructura sindical. No fue más que un paso más en la larga trayectoria profesional de Francisco Candela. En el año 79, en las primeras elecciones democráticas de Santiago, el Partido Comunista lo propuso como cabeza de lista, «al final sacamos dos concejales, Luis Pasín y yo». De sus palabras se desprende que fueron cuatro años ilusionantes y constructivos. El alcalde, de la UCD, José Antonio Souto Paz, logró un gobierno de unidad democrática en el que entraron todas las fuerzas políticas (5), menos el BNG, «y ahí fue donde se fraguó el llamado consenso», apunta.

No sería su única incursión política, volvió en el 99, con Sánchez Bugallo «y entre 1999 y el 2005 fuimos capaces de mantener el legado magnífico de Xerardo Estévez», relata, «a partir del 2006 creo que faltó un nuevo impulso y de alguna manera empezaron a faltar ideas».