Pero es cierto que de las siete ciudades gallegas, Santiago es la que suele registrar más cantidad de agua caída del cielo, aunque como recuerda Juan Taboada, con Vigo siguiéndole los pasos muy de cerca, y Vigo ya no tiene esa fama. Y también es verdad que, analizando los datos de Galicia en conjunto, ocurre que tras las montañas de Ourense y Pontevedra, la segunda zona en la que más llueve está muy cerca de Santiago. Es la de Xallas, y en concreto, el concello de Santa Comba, que seguido del de Zas, en Terra de Soneira, es el que este año registró más cantidad de lluvia en sus estaciones meteorológicas. No es casualidad; Juan Taboada ratifica que es una constante en los informes de MeteoGalicia, tal y como recoge el Atlas Climatológico de Galicia, y se debe, precisamente, a esa humedad intensa que se acentúa por la cercanía del mar. Desde el 1 de enero al 31 de agosto del 2017, en la estación de Fontecada, en Santa Comba, se recogieron 1.120 litros por metro cuadrado, mientras que en Santiago fueron 900. Más todavía que en la ciudad compostelana llovió en A Capela (A Coruña) y en Abadín (Lugo).
El mes de agosto
Tampoco fue Santiago el lugar donde más llovió en el mes de agosto, aunque la tromba de agua que provocó inundaciones en los últimos días pueda hacer creer lo contrario. La estación gallega que más agua recogió en el mes veraniego por excelencia fue la de Burela (112,9 litros por metro cuadrado) y otras de Lugo como las de Abadín, Viveiro o Ribadeo. Curiosamente, llovió más en Ourense que en Compostela, y también en otras zonas de la provincia ourensana como Manzaneda o Avión.