Aprobada la restauración del claustro del convento franciscano de Herbón

Uxía López Rodríguez
uxía lópez PADRÓN / LA VOZ

PADRÓN

MERCE ARES

Así lo confirma el prior, que proyecta convertir las antiguas cuadras en biblioteca

05 ago 2018 . Actualizado a las 09:05 h.

La paz y la soledad que reinan habitualmente tras los muros del convento franciscano de San Antonio de Herbón, en Padrón, se diluyen este verano y especialmente este mes con la actividad que acogen las instalaciones y la llenan de vida, más allá de la que le dan los cinco frailes que en estos momentos residen en el lugar. El convento recuperó, después de varios años, los campamentos juveniles, que era uno de los propósitos que se marcó el actual prior, Francisco Honrubia, de 71 años, cuando se hizo cargo del lugar en el año 2015.

También se propuso conservar las dependencias monacales y tras la restauración del retablo mayor de la iglesia, a través de la Dirección Xeral de Turismo, el prior tiene confirmado que el proyecto para la rehabilitación del impresionante claustro del convento es uno de los dos de Galicia que el Gobierno del Estado, a través del Ministerio de Cultura, eligió para financiar con cargo a los presupuestos generales de este año. Fray Francisco Honrubia asegura que en ello tuvieron que ver las gestiones que hizo la Dirección Xeral de Patrimonio.

Para la elección pesó, según añade el prior, la antigüedad y singularidad del convento, que califica de «joya», pero también el hecho de que abre para las visitas, ya sea en grupos organizados o todas las tardes para los peregrinos que se alojan en el albergue que ocupa parte de las instalaciones del monasterio y que está gestionado por la Asociación Galega de Amigos do Camiño de Santiago (AGACS). En cuanto a las visitas, también cuenta con la colaboración de la Oficina de Turismo del Concello de Padrón.

Al mismo tiempo, el convento abrió una pequeña tienda en la zona de portería, en la que vende con autorización recuerdos religiosos y licores, entre ellos el de pimiento, elaborado en base a una receta de los propios frailes, además de mantecados, entre otros productos.

Mientras esperan comunicación de la obra de restauración del claustro, el prior ya avanza que tiene previsto concurrir a la convocatoria de ayudas del llamado 1,5 % Cultural para solicitar una para todo el edificio de cara a acometer la obra de mayor urgencia: la renovación de la cubierta, que está en muy malas condiciones. Estas ayudas están restringidas a espacios declarados bien de interés cultural y el convento lo es desde septiembre del 2013, lo que confirma lo que el prior ya aseguró, de que la catalogación como BIC sería beneficioso para el edificio.

Biblioteca

Entretanto, el responsable de las dependencias monacales ya tiene otro anteproyecto en marcha, ya autorizado por Patrimonio, para convertir la que llaman como la «casa blanca», lo que antiguamente eran las cuadras, en una biblioteca para guardar los libros que tiene el convento en depósito. Con ello, el prior, que es abogado e ingresó en la Orden Franciscana cuando tenía 38 años, habla de que los objetivos se van cumpliendo poco a poco, pese a que lleven más tiempo del deseado. Entre ellos estaba también crear una comunidad estable en Herbón, que hace cinco años se quedó sin frailes después de seis siglos habitado, a raíz de los cambios en las casas franciscanas de Galicia, que supusieron el traslado de los dos únicos religiosos que estaban destinados hasta ese año en Herbón.

Ahora residen cinco frailes y, según cuenta el prior, dos de ellos estuvieron vinculados a las misiones en Marruecos, por lo que el convento vuelve a recuperar en parte su carácter de seminario que lo marcó durante tantas décadas.

Las instalaciones vuelven a acoger este verano los campamentos juveniles

El convento de Herbón vuelve acoger campamentos, después de varios años sin hacerlo. Así, a finales de julio hospedó a un grupo de unas 70 personas, entre jóvenes y monitores, de colegios diocesanos de Oviedo y en estos momentos es el grupo Scout Semente de A Coruña, con unos 50 niños de 8 a 14 años, además de los monitores, el que disfruta de las instalaciones monacales.

El convento pone a disposición de los grupos las instalaciones del antiguo colegio o bien la zona de acampada. En este caso, el grupo de A Coruña se aloja en las tiendas de campaña montadas en una parte de la hermosa zona exterior del convento. También pueden usar los baños, cocina, comedor, piscina y toda la huerta. En cuanto a las dependencias del antiguo seminario, fueron mejoradas en el año 2017.

El convento está esperando la confirmación de un tercer grupo para finales de mes, de una empresa de turismo activo. «El espacio para las actividades es muy cómodo, al estar cerrado, según nos comentan los monitores», explica el prior Francisco Honrubia que, con buena mano, poco a poco va consiguiendo los objetivos que se marcó cuando llegó a Herbón en el año 2015.

Este destaca, especialmente, que en el convento reina la soledad casi todo el año, salvo en fechas señaladas como San Antonio (13 de junio) y San Benito (11 de julio), pero este verano recupera actividad y vida con los campamentos juveniles, y también con actos como el de la reunión anual de exalumnos del seminario franciscano de Herbón y otras citas, como la que reúne a la propia comunidad gallega de la Orden Franciscana.