Vecinos y cargos políticos de Ames y Santiago conocieron el entorno natural que afectaría la depuradora
11 feb 2018 . Actualizado a las 11:53 h.El entorno de O Souto, el espacio natural que une y la vez separa a Santiago y Ames, y en el que está previsto ubicar la depuradora de Santiago, se convirtió ayer en lugar de culto ecologista y patrimonial. El motivo fue la marcha
organizada por el Ayuntamiento de Ames y la plataforma de defensa del río Sar, colectivo que consiguió la admisión a trámite de alegaciones contra el anteproyecto de la planta.
En la caminata, que iniciaron en torno a cien personas, y a las que progresivamente se fueron sumando más vecinos, participaron representantes de la práctica totalidad de las fuerzas políticas de Ames, a las que se unió, entre otros, el edil del PSOE compostelano Gonzalo Muíños.
Una gran pancarta para mostrar el rechazo al proyecto de O Souto presidió la caminata, que se dilató en el tiempo, en buena parte por los lugares visitados y por la tranquilidad con la que el grupo disfrutó de la ruta senderista, con paradas especiales en los petroglifos encontrados en la misma zona de O Souto y los restos que aún se conservan del conocido como puente Carbita. También se acercaron hasta la zona de Silvouta, en Santiago, y en donde se ubica la planta depuradora actual.