El ocaso de las familias que durante décadas dominaron la automoción desde Santiago

Juan María Capeáns Garrido
Juan Capeáns SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

El grupo Pérez Rumbao celebró una exitosa feria este fin de semana en Amio
El grupo Pérez Rumbao celebró una exitosa feria este fin de semana en Amio PACO RODRÍGUEZ

Las crisis y la profunda reconfiguración del sector provoca que solo las marcas BMW, Toyota y Seat sigan en manos de empresarios locales

16 dic 2025 . Actualizado a las 21:07 h.

Durante décadas, un puñado de apellidos familiares de Santiago se llegaron a fundir con populares marcas de automoción hasta el punto de que ir al taller a Caeiro, a Brea Hervés o a Lobelle era lo mismo que referirse a Renault, a cualquier marca del Grupo Volkswagen o a Nissan. Sociedades como Gonzacar (Ford) o Yáñez, el último en caer, dominaban la automoción gallega con concesiones que abarcaban toda la provincia de A Coruña, la más jugosa de Galicia por sus tres polos urbanos y su liderazgo demográfico y económico que se traducía en un mayor número de matriculaciones. Eran tiempos en los que los concesionarios compostelanos pasaban por delante en facturación a los de Vigo, con una población tres veces mayor.

Los hermanos Fernández llevaron durante años las banderas de Volvo o Suzuki desde O Milladoiro, y la segunda generación familiar fue clave para la introducción en Santiago de las populares marcas coreanas que ahora ocupan destacados puestos en las ventas, pero la crisis económica que hizo bisagra en la primera década del siglo se hizo muy cuesta arriba. Algo similar ocurrió con los Chenel, que desde el Tambre lideraron las ventas en los mejores tiempos de Citroën para ir desinflándose y terminar de plegar su proyecto empresarial con la pandemia. No volvieron a abrir. 

En los últimos meses se han producido dos bajas más, y muy sensibles. La referida de Yáñez, cuyos trabajadores ya están en la órbita de Pérez Rumbao; y la de Pedro Hervés, empresario clave en la automoción compostelana junto a la familia Brea, que se ha desligado de la gestión directa en concesionarios ante un sector en el que las grandes marcas, cada vez en menos manos, están cambiando su relación con los socios locales, recuperando en muchos casos el control total del proceso de venta hasta convertir las sedes en meros escaparates y en protagonistas exclusivos en la posventa.

Grupos con proyección nacional como Louzao, los asturianos de Resnova Motor o el ourensano Pérez Rumbao son los que pisan ahora el acelerador en Santiago con una amplia cartera de firmas a las que están sumando marcas chinas.

Carlos Agrelo, propietario de Amiocar-BMW, es el último empresario local al frente de un concesionario en Santiago
Carlos Agrelo, propietario de Amiocar-BMW, es el último empresario local al frente de un concesionario en Santiago PACO RODRÍGUEZ

Y entre esos nuevos operadores en territorio compostelano solo resiste Carlos Agrelo, que abrió el concesionario Amiocar, de BMW, en los años 90. De aquella época son también otros dos jóvenes veteranos como Compostela Motor y Compostela Móvil, con la representación desde O Milladoiro de Seat y Toyota, respectivamente.

Las últimas ventas del año, en Amio

Las ferias se han convertido en uno de los imanes para las ventas de coches, y Amio se ha consolidado como un polo estratégico para los concesionarios gallegos. Este fin de semana fueron las marcas del grupo Pérez Rumbao los que tomaron el recinto con medio millar de coches de entre 8.000 y 100.000 euros, con los nuevos y kilómetro 0 como grandes protagonistas y a los mejores precios del año.