La coordinadora vecinal de Santiago respalda a la asociación de San Lourenzo ante la reapertura de la Malatesta
SANTIAGO
La alcaldesa dice que se controlará el cumplimiento de la normativa de ruidos
08 nov 2025 . Actualizado a las 05:00 h.La reapertura de la sala Malatesta, en San Lourenzo, no solo ha sido contestada por los vecinos de la zona, que temen los efectos de la actividad del establecimiento en su descanso nocturno. La Coordinadora de Asociacións Veciñais salió ayer en apoyo de la entidad vecinal del barrio, un apoyo «incondicional» frente a una actividad que «ten sido cualificada de xeito reiterado pola xurisprudencia como molesta e prexudicial para a saúde dos veciños, do que se deriva a súa incompatibilidade absoluta co uso residencial».
La coordinadora entiende que los expedientes abiertos contra esta sala deberían haber obligado a evaluar de forma exhaustiva todos los efectos que su actividad «provocou no pasado e pode provocar sobre a veciñanza da contorna» antes de autorizar de nuevo su funcionamiento. Según la coordinadora, esta reapertura «atenta directamente contra o primeiro obxectivo declarado» del Plan Especial (PE) del casco histórico, donde se halla San Lourenzo: «manter e reforzar o uso característico residencial do ámbito». Y recuerdan a la alcaldesa que «a súa obriga é poñer todos os medios necesarios para que se respecten os dereitos constitucionais dos veciños á non intromisión no seu domicilio e o dereito á saúde».
Control de ruidos
La alcaldesa vino a decir ayer que ni ella ni el edil de Urbanismo deciden sobre actos reglados y recordó que el local cerró hace meses tras varias inspecciones del Concello, que ahora estará atento al cumplimiento de la normativa de ruidos y a que «se cumpran as garantías de que non haxa ruído no exterior».
El presidente de San Lourenzo, Jon Brokenbrow, denunció ayer que la modificación del PE que el Concello les explicará el lunes permitirá la instalación de discotecas en el casco viejo, aunque sea como uso condicionado, «eliminando» la prohibición actual en zonas residenciales. Una iniciativa «muy retrógrada» que «ignora a los vecinos», critica.