Pablo Lago se reconcilia con sus orígenes en el documental «O auto das ánimas», que hoy presenta en Cineuropa

Después de años como director de fotografía, el redondelano Pablo Lago Dantas se ha puesto por primera vez detrás de la cámara. El resultado es el documental «O auto das ánimas», que llega esta tarde a Cineuropa después de haber pasado por festivales de Suiza, de Guadalajara, de Buenos Aires, de Macedonia y de Gijón. Además, este fin de semana se proyectará en Montreal. En Santiago marca un hito al ser el primer filme gallego en competir en la sección de Novos Cineastas. «Es un honor estar al lado de trabajos que han conseguido pasar por los principales festivales de Europa. Estoy encantado, es un reconocimiento», afirma Pablo Lago, ayer en Gijón.

El cineasta participará en las presentaciones de esta tarde (17.45 horas, Salón Teatro) y de mañana (17.00 horas, Teatro Principal). Esta primera jornada será especial porque asistirán a ver el filme su abuela, Alicia, protagonista del proyecto, y su familia. Porque Pablo Lago pone el foco en sus orígenes para hablar de temas universales como la deconstrucción de la familia, la muerte, la comunicación, la tierra...

El redondelano explica que la idea de «O auto das ánimas» llevaba tiempo germinando en su mente. «Nace del conflicto de haberme ido de mi pueblo para buscar un camino diferente. En la adolescencia, a los 20 años, sentía que necesitaba escapar. Pasados los 30, cuando volvía a casa de mi familia, ya empezaba a mirarlo de distinta manera. Esa idea de familia, de hogar, pensaba que igual la echaba de menos», apunta. Todo ello se unió al hecho de que su abuela comenzó a hacerse mayor, a no poder trabajar en la finca, con lo que podría dejar de existir todo lo que ella simbolizaba en cuanto al apego a la tierra, a esa visión mágica de las cosas, esa tradición del aguardiente casera... «Con ello desaparecía una parte de mi identidad, entonces tenía una necesidad de reconciliarme con mis orígenes y pensé que la mejor forma de hacerlo era a través del cine».

¿Fue complicado convencer a su familia? «Fue fácil desde el principio, confiaron en mí. Después, ellos también me ayudaron mucho con su apoyo», detalla. Su abuela también lo llevó muy bien. «Hablar con ella con la cámara era lo mismo que hablar sin ella», detalla. ¿Y dirigirá más filmes? «Me gustó sacar adelante un trabajo personal sin ataduras de clientes y de encargos, sino con total libertad creativa. Lo siguiente que haga quiero que sea igual», afirma Pablo Lago.

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