Muchos visitantes y menos clientes en las tiendas de recuerdos de Santiago: «Entran más a mirar que a comprar»

CLARA ARIAS / s. l. SANTIAGO / LA VOZ

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SANTIAGO PÉREZ

Destacan que el turista cuida más el bolsillo y que la mayor afluencia no va acompañada este verano de mayor gasto

31 ago 2023 . Actualizado a las 13:09 h.

La llegada de decenas de miles de turistas y peregrinos a Santiago durante los meses de julio y agosto ha supuesto un aumento de la clientela en las tiendas del casco histórico de la ciudad especializadas en suvenires. Es durante este período estival cuando el turista nacional recorre en mayor número al Camino, aunque esa afluencia no se corresponde con un aumento de las ventas de suvenires. «Los españoles casi no compran, suelen ser los extranjeros», señalan en una de las tiendas de la rúa do Franco.

Aseguran que hasta hace unos años los alemanes eran los compradores por excelencia, pero que tras la pandemia han reducido sus visitas a estos establecimientos, una tendencia general entre los turistas europeos. «Los que más compran son los estadounidenses, pero también los brasileños, los mexicanos, los australianos y los canadienses», explican las dependientas de la tienda Torques. Y es que este año, por primera vez, los estadounidenses pugnan por los italianos por encabezar la lista de los extranjeros que más peregrinan a Santiago, lo que se está traduciendo en un aumento de sus compras en la ciudad. En total, son casi 20.000 los estadounidenses que han recibido su compostela en el 2023, casi tantos como peregrinos italianos.

Los imanes, imbatibles

Más allá del país de procedencia de los clientes, desde las tiendas de suvenires de la zona monumental manifiestan que están notando un cambio de tendencia en la manera de consumir, ya que ahora buscan una alternativa más asequible. «Los turistas vienen con pocas ganas de gastar y compran lo más barato. Suelen gastarse un euro o dos euros en los imanes, que es el producto más vendido, y en las pulseras de tela con motivos del Camino de Santiago», subrayan en Torques. La plata es otro de los productos que más se vendieron desde siempre en los comercios de suvenires y regalos de la zona vieja. Sin embargo, tras la pandemia, «los clientes dejaron de comprarla tanto. Suelen entrar a mirar las joyas de azabache y plata, pero sin comprar casi», sostienen en otro comercio del Franco. De lo que no hay duda es de que cualquier objeto que simbolice el Camino de Santiago es sinónimo de ventas. Todos los objetos que tengan una concha o una flecha son un acierto seguro. 

Sandra Alonso

Menos presupuesto

«En julio y agosto no hay ventas de gran coste, porque los españoles casi no gastan. Pero en mayo, junio, septiembre y octubre es cuando recibimos turistas extranjeros, que invierten más dinero en suvenires», explican en la tienda Torques.

Los suvenires low cost están de moda, y se nota en Santiago. A parte de los populares imanes y de las pulseras, triunfan también las tazas, las mochilas o los llaveros con motivos del Camino de Santiago, cuyo precio no suele superar los diez euros.

Los propios clientes admiten que el presupuesto que invierten en recuerdos de Santiago es más limitado. «Solo me he comprado un imán y unas postales», confesaba esta semana un peregrino sevillano a la salida de uno de los comercios del Franco.

Además de la intención de gastar lo menos posible, los peregrinos «entran más a mirar que a comprar», relatan las dependientas de Torques. Muchos peregrinos hacen una planificación antes de iniciar el Camino del presupuesto total que se van a dejar en el recorrido, y al llegar a Santiago no quieren salirse de sus planes. «A lo mejor compro imanes, pero sin gastar mucho, que aún tenemos que ir a comer», confiesa una romera granadina. Las ganas de ahorrar llegan al punto de que «nos piden que les hagamos una oferta por llevarse varios imanes o, al preguntarnos el precio de un producto, nos piden una rebaja», sentencian en Torques.