Bando recibe una media de dos animales abandonados cada día

Emma Araújo SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

XOAN A. SOLER

El Refuxio tuvo 864 entradas este año, pero 215 regresaron a casa al tener microchip

12 dic 2022 . Actualizado a las 17:23 h.

España está a la cabeza en Europa en la tasa de abandonos de animales, con cifras que rondan los 285.000 al año. Y la comarca de Compostela no es ajena a esta negra realidad, tal y como constatan los últimos datos del Refuxio de Bando, que recoge animales de Santiago, Teo, Vedra, Boqueixón, Touro, Brión y Val do Dubra.

En lo que va de año, las instalaciones han contabilizado 864 entradas, y a falta de veinte días para despedir el 2022 todo apunta a que el balance final será levemente mejor que en el 2021, que cerró a 31 de diciembre con 936 entradas. Por suerte, no todos los animales que llegan al refugio están abandonados, ya que una parte significativa se perdieron. No hay duda de ello porque se trata de mascotas que tienen microchip y cuando desde el Refuxio llaman alertando de que están en sus instalaciones, sus dueños acuden a recogerlos. Este final feliz lo tuvieron 199 perros y tan solo 16 gatos, ya que la identificación de los felinos, a diferencia de los canes, no es obligatoria, por lo que no es tan habitual que dispongan de este microchip, que muchas veces les salva la vida.

Descontadas las 215 mascotas que volvieron a sus casas, en lo que va de año el refugio ha tenido que hacerse cargo de 649 abandonos o pérdidas, un número que confirma que cada día en el que las instalaciones de Bando están abiertas, reciben una media de dos animales a los que tienen que buscarle un hogar. Lo han conseguido con 195 perros y 235 gatos. Lograrlo no es tarea fácil, y además entre ambas especies hay importantes diferencias.

Olalla Vázquez, directora del Refuxio de Bando, confirma que cada vez hay menos camadas de perros abandonados, ya que los canes que reciben suelen ser adultos o jóvenes, y una parte significativa corresponden a razas de caza, que son rechazados antes de iniciar la temporada porque sus dueños consideran que no podrán ayudar en las capturas, o justo después, por ser muy mayores o no haber cumplido las expectativas del cazador, que también incumple la obligación de colocarles el microchip.

Con los gatos, la realidad es muy distinta, ya que lo que suelen recibir son crías de menos de tres meses que son abandonadas o arrojadas a contenedores.

«Xente sen experiencia consegue sacar moitos gatiños adiante»

Olalla García destaca que el apoyo de las casas de acogida de gatos es fundamental para salvarlos. Sin olvidar a los diferentes colectivos del área de Santiago, especializados en la acogida de gatos y también en la gestión de las colonias, en esta red de colaboraciones hay perfiles diferentes, que incluyen al personal del refugio, familias o personas que viven solas y que suelen acoger animales, y estudiantes que nunca lo habían hecho. «E en moitos casos, pese a non ter experiencia, conseguen sacar moitos gatiños adiante», afirma García. También deja claro la directora del refugio de Bando que hay muchas crías que no sobreviven porque llegan en muy mal estado y necesitan a su madre. Esta realidad, insiste, es algo que deben saber las personas que tienen una gata sin castrar y cuando descubren que tiene una camada se desprenden de las crías pensando que habrá quien las cuide y les consiga adopciones.

«Á xente que comeza cunha acollida xa lle dicimos o difícil que é que saian adiante para que non se desanimen, porque por moito que saibas que se eles non fan ese traballo os gatiños morrerían seguro, sempre se leva moito desgusto e hai quen xa non quere repetir», añade.

El aumento de temperaturas está provocando casos de tres camadas felinas en un año

La estacionalidad de las camadas felinas es uno de los problemas que afrontan todos los refugios, con picos de entrada de animales recién nacidos en los mismos meses del año. Hasta sesenta en Bando en treinta días. La primera oleada de gatos se da con la primavera, desde finales de abril, y la segunda coincide con los meses de verano, desde finales de mayo. Y dado que una parte significativa de casas de acogida son de estudiantes, cuando termina el curso ya no están disponibles, un problema que también se da con otros perfiles que en esa época del año tienen vacaciones, por lo que resulta más difícil conseguir casas de acogida, fundamentales para que gatos recién nacidos puedan salir adelante.

Pero esta situación puede incluso ser peor, porque en el refugio de Bando ya están comprobando que el cambio climático también afecta a la capacidad reproductiva de las gatas, con casos de tres camadas en un mismo año, lo que multiplica las dificultades para atenderlos. El incremento de temperaturas es el culpable de esta nueva situación, que también constatan algunos veterinarios.