Inteligencia

Ignacio Carballo González
Ignacio Carballo LA SEMANA POR DELANTE

SANTIAGO

16 oct 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

El debate sobre la candidatura gallega a sede de la Agencia Española de Supervisión de la Inteligencia Artificial (Aesia) nos retrotrae a capítulos de nuestra historia más o menos reciente en los que han primado los localismos sobre los intereses generales, convirtiéndose en un lastre para el desarrollo de toda la comunidad. No incidamos en ellos porque en la mente de todos están, y sus consecuencias, también. Ahora reverdecen con la disputa sobre la agencia de la inteligencia artificial, una pugna A Coruña-Santiago-Ourense (capitalizada por las dos primeras) que puede ponerles las cosas fáciles a otras candidaturas de unidad, entre las muchas ciudades aspirantes en España, como las de Granada y Alicante, de cara a la elección final que realizará el Gobierno. Cuando hay más de una ciudad aspirante y con argumentos sólidos en la misma comunidad autónoma, caso de Galicia, el objetivo debe ser una candidatura de consenso que sume sinergias, y para eso se requiere diálogo constructivo y posiciones flexibles. ¿Es la solución para alcanzar tal consenso y opciones reales de triunfo una candidatura compartida como la que propone el alcalde de Santiago y rechaza, con un discurso tajante, su homóloga de A Coruña? Dividir la Aesia —para arrancar, se exigen al menos 400 metros cuadrados y una plantilla de 40 personas— entre la Cidade da Cultura de Galicia (sede administrativa) y la futura Cidade das TIC, en A Coruña (laboratorios), puede sumar para una candidatura potentísima, pero tal bicefalia debe demostrar operatividad y ser admitida por Madrid, tras el filtro de San Caetano. Lo indiscutible es que, sin Santiago, una candidatura gallega no es la mejor de las posibles, como enfatiza Senén Barro.