Ritmo electoral

Ignacio Carballo González
Ignacio Carballo LA SEMANA POR DELANTE

SANTIAGO

19 may 2022 . Actualizado a las 12:03 h.

A casi un año vista de las municipales, el baile político local coge ritmo electoral. Demasiado pronto, cuando hay tanto por hacer en Santiago. La ciudad no puede soportar pasar una cuarta parte del mandato en modo precampaña o campaña, porque el resultado será de encefalograma plano. No quiero decir con ello que el debate político/partidario sea prescindible; muchos ciudadanos pensarán que sí lo es, pero lo ideal sería que se ciñera a las semanas previas —y ya no digo solo a los catorce días de campaña propiamente dicha— porque si la mala praxis de nuestros representantes hace que siempre sea difícil llegar a puntos de encuentro, la mente puesta en los rendimientos electorales cortocircuita cualquier posibilidad de consenso en los grandes temas. Los gobiernos quedan así reducidos, en el mejor de los casos, a gestores de la cotidianidad. Línea plana. Y esto no nos lo podemos permitir. En Santiago se dan circunstancias que favorecen este pernicioso maratón: un gobierno en minoría marcado por un liderazgo que la oposición intenta desgastar; una primera fuerza opositora lastrada por una bicefalia escasamente operativa para el líder, por fin coronado por los suyos en un congreso tardío; una segunda que viene de ser gobierno y teme quedar reducida a una presencia muy minoritaria; y otra que siente el impulso del viento a favor en Galicia y puede ser decisiva para la gobernabilidad del Concello, como en tiempos pasados. Por si fuera poco, un nuevo partido de corte vecinal que no quiere ser convidado de piedra. Y un telón de fondo autonómico que también influirá como reactivo. Por favor, responsabilidad, que este año tiene que ser productivo, y sus convecinos lo tendrán en cuenta.