¿Por dónde se cruza aquí?

Margarita Mosteiro Miguel
marga mosteiro SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

Sandra Alonso

La Xunta instala bolardos en el nudo de la avenida de Lugo y Concheiros, cuyo diseño crea dudas a peatones y conductores

05 abr 2022 . Actualizado a las 10:34 h.

¿Por dónde se cruza la calle en la confluencia de la avenida de Lugo con Concheiros? La mayoría de los peatones consultados ayer en ese punto ofrecieron la misma respuesta: «Ni idea». Los comentarios entre quienes atravesaban el nuevo diseño de prioridad peatonal eran comunes: «No tengo ni idea de por dónde debemos cruzar». «¿Y ahora, por dónde seguimos? Por aquí parece que es para los coches». Los peatones que aguardan para cruzar del lado de Concheiros tienen tantas dudas como los que lo hacen desde Fontiñas o desde el Camino Francés. Con el fin de orientar mejor los movimientos de peatones y conductores en la zona, hace unos días pintaron unos trazos blancos para marcar el paso los coches desde Concheiros a la avenida de Lugo. Y a mediodía de ayer, después de recoger los testimonios de este reportaje, colocaron bolardos para delimitar el espacio de los peatones.

Muchos de los que aguardan ante las luces instaladas en el suelo, cuando desaparece el color rojo, miran arriba y abajo antes de pasar. José Manuel Vaamonde Suárez no lo ve claro: «Ahora mismo esto es un caos. Durante lo peor de las obras se entendía el lío, pero ahora que terminaron debería ser más claro». En su opinión, el hecho de que estén reforzando la señalización demuestra que «alguien se dio cuenta de que algo falla».

Durante el tiempo de observación en el nudo, se repetía ayer una constante: los peatones que más cruzan por la zona central son los que vienen desde Fontiñas, que también recurren al semáforo de la avenida de Lugo ubicado donde antes de la remodelación había un paso de peatones. En cambio, los que vienen del Camino Francés emplean fundamentalmente el semáforo del final de Rodríguez de Viguri, situado antes del cruce. «Yo por el centro no lo veo, sigo cruzando por donde siempre, por el semáforo», apuntaba María.

Frente a las dudas de los peatones para caminar por el cruce peatonal, los conductores sí parecen tener claro que hay que levantar el pie del acelerador. La inmensa mayoría pasa despacio y solo de vez en cuando algún vehículo que circula en sentido descendente no parece —a simple vista— ajustar su marcha a la velocidad limitada en ese espacio a 20 kilómetros por hora.

Otra de las personas que aguardaba su turno para cruzar desde Fontiñas comentó que «por ahora es todo un cacao. Dejé de ir a Concheiros, voy solo para lo indispensable, porque no me gusta cruzar la avenida», explicó María José Falage. «Cuando al fin llegas al otro lado, tienes que esquivar los coches, ellos tampoco tienen claro por dónde ir», aseveró. Jorge Vilalba, vecino de Fontiñas, es uno de los conductores que ayer circularon desde Concheiros. Objeta que la señalización también resulta confusa para los coches. «Ahora pintaron unos puntos blancos en el suelo para que los conductores que vienen de Concheiros sepan por dónde ir. Eso significa que no estaba claro. ¿Pero qué pasará con los que, cuando acaben las obras de esa parte, entren hacia Concheiros? ¿Por dónde vamos?», se preguntaba. Vilalba teme que la señalización «solo» en la salida hacia el cruce, sea porque «finalmente no habrá doble sentido. El tiempo dirá si tengo razón».

Los que proceden de Fontiñas se preguntan por qué siguen cerrados los carriles en ambos sentidos de la rúa Berlín desde Concheiros. Esto obliga a entrar en el barrio por la rúa Londres «y subir por la rúa Lisboa, para poder llegar a casa, cuando por la rúa Berlín es directo», lamenta María.

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«Es pronto, hay que acostumbrarse»

Jone Lasheras cree que todavía «es pronto para valorar. Aún hay obras, y la confusión puede tener que ver con eso. Hay que darle un tiempo a la gente para acostumbrarse al modelo». Jone tiene claro que el paso de los peatones está marcado por «las luces rojas o verdes. En todo el tramo donde están las luces en el suelo es como un gran paso de peatones, pero sin pintura». Reconoce, en cambio, que es habitual cruzar en diagonal.

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«El pulido ya causó más de una caída»

Victoria Méndez Alonso considera «confuso» el nuevo diseño del cruce. «No es muy claro para los peatones, pero los conductores tampoco lo tienen fácil». Apunta que «esas marcas en el suelo debieron pintarlas estos días, y no las había visto. En general, lo veo complicado», abunda. En cuanto a los acabados, Victoria dice que «cuando llueve, se resbala en el suelo pulido, en la zona de arriba ya hubo más de una caída».

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«No hay quien se aclare en el cruce»

Luis López Martínez calificaba ayer el resultado final del nuevo diseño del nudo de Concheiros con la avenida de Lugo como «un absoluto desastre, no hay quien se aclare en el cruce, ni peatones ni coches saben por dónde ir, en el acceso a Fontiñas no hay quien se entere». Luis López no discute que «el resultado sea bonito, que en gustos no entro. Pero el problema no es ese, la cuestión es que es poco práctico: un peligro».