Con Musa apagado, Mahalbasic superado y Kalinoski desaparecido, solo Bell-Haynes estuvo a un buen nivel en la mayor derrota del curso del equipo
24 ene 2022 . Actualizado a las 11:22 h.
El Río Breogán llegaba al derbi en pleno vuelo hacia la Copa del Rey, impulsado por una inercia que llevó a algunos a cantar victoria antes de tiempo, y se estrelló contra la mejor versión del Monbus Obradoiro, más acertado y, sobre todo, con un patrón de juego mucho más definido y efectivo. Sar asistió al peor encuentro de la temporada de un conjunto breoganista que, a diferencia los otros partidos en los que su actuación tampoco fue brillante, que han sido pocos, encontró escaso cobijo en sus jugadores con más talento. Solo Trae Bell-Haynes alcanzó un nivel más que aceptable, pero le faltó un socio de garantías, un apoyo que no encontró ni en Musa, ni en Kalinoski ni en Mahalbasic, ni en Lukovic, los otros jugadores que, junto a Sakho, llegaron como refuerzos para el regreso a la Liga Endesa.
La estrella bosnia estuvo apagada. El Obradoiro le sometió a una severa defensa de ayudas que por momentos le hizo perder la paciencia y lo mantuvo en un segundo plano durante muchos minutos. Cuando encontró la lucidez, el partido ya se había roto y aprovechó para engordar su estadística.
El revés es el más abultado sufrido por el conjunto celeste en la presente campaña. Ni el Real Madrid, que se las vio y se las deseó para ganar en el Pazo (71-79), ni el Barcelona, al que llevó al límite en el Palau (78-69), habían sido capaces de vencer con tanta autoridad al Río Breogán. En los 17 encuentros que ha disputado, el cuadro breoganista solo había caído por más de 10 puntos de diferencia en la cancha del Baxi Manresa (86-75) y en unas circunstancias atípicas, después de haber pasado toda la mañana en la calle los jugadores esperando para someterse a una PCR.