«El protocolo del Plan de Control de Vertidos funcionó bien»

La Voz

SANTIAGO

19 sep 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Teresa Gutiérrez escuchó esta semana críticas por el tiempo transcurrido hasta que Augas de Galicia dio la voz de alarma y por no comunicarlo a los concellos afectados: «El protocolo del 112 funcionó perfectamente, y el del Plan de Control de Vertidos, también. Avisaron a quienes desde el punto de vista técnico consideran que eran el punto sensible». Sostiene que el aviso se da a quien lleva las explotaciones de agua como vía más directa. De hecho explica que cuando el viernes comunicaron a Viaqua la incidencia, la empresa facilitó el teléfono del responsable de la planta, y valorase la situación del río: «Creo que ese protocolo está bien, con independencia de que yo como directora de Augas de Galicia pudiera haber llamado a los alcaldes o concejales de los concellos afectados».

Cree que el protocolo se puede revisar, pero insiste en que se hizo lo más útil: «El viernes avisamos y la planta se paró la madrugada del sábado. Creo que hubo margen de tiempo para tomar decisiones». Gutiérrez extrae conclusiones del caso para mejorar sus servicios «y creo que hay otros que también tienen que reflexionar sobre cómo mejorar los suyos». Sobre las alertas ciudadanas, explica: «Hay una sección de avisos en nuestra web y un número del Plan de Control de Vertidos. Pero la gente no lo sabe, a quien llama es al 112», que transmite con rapidez los casos.

En cuanto a los riesgos de balsas de purín próximas al Tambre, la directora abre el foco: «En la cuenca Galicia-Costa son cientos. En Galicia hay una actividad ganadera y claro que genera un riesgo, pero como cualquier actividad del ser humano. También la ciudad de Santiago genera un riesgo en el Sar aguas abajo». Evita demonizar al sector ganadero, e incide en seguir las buenas prácticas y medidas como la obligación que figura en el nuevo período del Plan Hidrológico (en información pública) de cubrir las balsas de purín en su ámbito competencial: dominio público hidráulico y una zona de policía de 100 metros desde los cauces.