Recuperar la fe en el Monte do Gozo

Juan María Capeáns Garrido
juan capeáns SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

El recinto estrena su mayor reforma desde que se abrió en el Xacobeo 93

12 may 2021 . Actualizado a las 08:09 h.

En los cuarenta años largos de existencia de la Xunta Santiago tuvo tomar unas cuantas decisiones incómodas por su condición de capital y sede de las instituciones autonómicas. Costó ubicar el Parlamento; con la Televisión de Galicia hubo tantas dudas como con el aeropuerto; la residencia del presidente en Monte Pío fue un dolor de muelas; y el proyecto del Gaiás nunca se entendió del todo. Pero si hubo un emplazamiento difícil de encajar fue el del recinto del Monte do Gozo. El alcalde, Xosé Sánchez Bugallo, lleva clavadas a fuego las 2.551 pesetas que costó expropiar cada metro cuadrado de esa ladera que acaricia la entrada del Camino y que fue escogida a vista de helicóptero a finales de los 80, cuando con cierto «escepticismo» se empezó a preparar la segunda visita a Santiago del papa Juan Pablo II.

Desde su urbanización en 1993 nunca había sufrido una transformación tan notable como la que se puede apreciar tras la reinauguración oficial de este martes, que también sirvió para caldear el apagado inicio del año santo y presentar a la ciudad un espacio actualizado, con más espacios verdes bien pensados, paseos e instalaciones con usos más consistentes. Bienvenidos, de nuevo, al Monte do Gozo.

El Monte do Gozo renace con el reto de acoger actos con 10.000 personas en verano

j. C.

El Monte do Gozo, uno de los lugares del Camino de Santiago más citado en la literatura jacobea y desde el que se ven por primera vez las torres de la catedral, ha tenido una historia contemporánea más bien errática, siempre con aires de provisionalidad y abandono que solo se alteraban por la agitación de los años santos, pero sin llegar a consolidar una relación amable ni con la ciudad ni con los peregrinos, que en los últimos años le habían dado la espalda.

El Xacobeo 2021, ampliado al 2022, le va a conceder otra oportunidad, porque después de cinco años de trabajos y tras una inversión de 7,7 millones de euros por parte de la Xunta, el recinto de 57 hectáreas vuelve a renacer con una imagen mucho más verde y ordenada que ya no tiene nada que ver con la inhóspita ladera que recibió en 1989 a cientos de miles de jóvenes que querían escuchar al papa Juan Pablo II.

El mítico concierto de Bruce Springsteen, en mayo de 1993, inauguró sus funciones como espacio de ocio, y su albergue respondió en los años siguientes a la creciente demanda de hospedaje de una ciudad que todavía no tenía fe ni camas para atender lo que ocurrió después.

Los que ahora se asomen al parque apreciarán mucho menos ruido constructivo y podrán comprobar cómo crecen dos mil nuevos árboles y seis mil arbustos, incluyendo un paseo con medio millar de camelios que con los años prometen buena sombra y emociones a los que enfilen los últimos metros de la ruta. Los usos de todos los edificios que se levantaron en los 90 han sido revisados para darles más sentido, con locales renovados para ofrecer servicios a los mil huéspedes que pueden acoger, un restaurante de inminente apertura, unas caballerizas para el bienestar de los animales que hacen el Camino, unas piscinas al aire libre, un centro asistencial y turístico con 50 plazas y el gran auditorio central, ahora ampliado hasta las 45.000 plazas, que este mismo verano podría acoger actos multitudinarios de hasta diez mil personas sentadas con distancia de seguridad.

Alcanzar ese hito al tiempo que se avanza con la inmunización dependerá de la evolución de la epidemia, pero las vibraciones en la Xunta vuelven a ser optimistas, hasta el punto de que el presidente, Alberto Núñez Feijoo, recuperó ayer durante una visita al complejo el mensaje de que Galicia vivirá hasta diciembre del 2022 «o mellor Xacobeo da historia», la idea inicial que ahora recobra fuerza «porque a xente ten ganas».