Fomento retira la valla metálica que seguía en los accesos de la AP-9 a la Cidade da Cultura dos años después de la puesta en servicio de ese enlace
11 feb 2021 . Actualizado a las 05:00 h.Fue el primero en caer y no será el último. El panel de obra que el Gobierno de España mantenía en los accesos desde la AP-9 a la Cidade da Cultura dos años después de la inauguración de la infraestructura ha sido retirado por unos operarios. Todavía queda una semana y media para que la presencia de la valla metálica fuese contra las normas obligatorias de las Directrices da Paisaxe, que entran en vigor el sábado 20 de febrero y que son explícitas sobre la retirada de las vallas una vez ejecutada la obra, pero el Ministerio de Fomento ha querido adelantarse y ahorrarse la reprimenda de la Xunta, que a pesar de ser la promotora de la normativa también tiene un amplio catálogo de carteles con pedigrí repartidos por la geografía gallega.
El panel del Gaiás fue especialmente señalado por el Gobierno autonómico, ya que el propio presidente puso el foco sobre esta instalación cuando las directrices fueron aprobadas en el Consello da Xunta hace unas semanas y trató de ejemplificar algunas de las medidas de mayor impacto ciudadano. En ese momento advirtió que la propia Administración gallega debía de ser ejemplar en este tipo de detalles, ya que la norma de los carteles de obra no deja de ser una más de todas las recogidas en el documento trasladado al Diario Oficial de Galicia a principios de mes y que cuenta con cerca de 200 páginas plagadas de recomendaciones y obligaciones con el objetivo de proteger el territorio.
Protección del Camino
Entre otras cuestiones, la normativa desarrollada por la Consellería de Medio Ambiente recoge en su articulado aspectos que van a afectar de lleno a Santiago y su comarca, ya que hace referencia a los diferentes trazados del Camino de Santiago. Por ejemplo, cualquier cambio de cultivo que se produzca en fincas que estén en el ámbito del itinerario (a menos de quinientos metros) deberán justificar la decisión.
Además, el nuevo texto podría ser esencial para resolver conflictos sobre la actividad minera, ya que en las áreas de especial protección paisajística de Galicia -unas trescientas- solo podrá existir una explotación al mismo tiempo. Los parques eólicos, por ejemplo, deberán aportar una memoria paisajística en la que se justifique que la ubicación de los molinos es la más respetuosa con el paisaje. Y a nivel de infraestructuras, se prestará especial atención a la arquitectura y diseño de los puentes de más 50 metros, mientras que las rotondas y las medianas deberán adecentarse con vegetación autóctona. En el ámbito urbano, las nuevas urbanizaciones deberán desplegar todos los tendidos eléctricos bajo tierra.