Roque

Ignacio Carballo González
Ignacio Carballo LA SEMANA POR DELANTE

SANTIAGO

16 ago 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Sinceramente, para librarnos del covid, confío más en lo que podamos hacer todos y cada uno de nosotros, y los científicos, por supuesto, hasta que llegue la ansiada vacuna, que en la santa mediación de Roque, el peregrino que no es patrón sino valedor de la ciudad, como ha explicado en estas mismas páginas el profesor González Lopo para deshacer tan extendida convicción sin fundamentos históricos, religiosos o místicos. Aunque lo merezca tanto como el Apóstol: a fin de cuentas, dice la tradición popular o la leyenda que ha hecho tanto por los compostelanos como el que preside la capilla mayor de la Catedral, si no más. Sin embargo, 503 años después de que san Roque (demos por buena la tradición o la leyenda) librase a Santiago de la peste, hoy la ciudad vuelve a su humilde capilla, que no es ni siquiera cabecera de parroquia, con un significado un tanto especial, diferente de otros años. Por lo que sea, por devoción, por superstición o simplemente apremiados por tan acuciantes circunstancias, probablemente los compostelanos miraremos hoy diferente al santo que se hace acompañar por el can sin rabo.

En el pequeño templo volverá a estar frente a su imagen la alcaldesa en funciones, Mercedes Rosón, junto a ediles socialistas y populares, en representación de la ciudad para renovar el voto y pedirle, tal vez de palabra o tal vez de pensamiento, su mediación contra la plaga del coronavirus. Y está bien que lo haga en esta tradición recuperada el año pasado por el gobierno de Sánchez Bugallo después del desplante del laicismo a ultranza que trató de imponer Martiño Noriega. Porque probablemente el actual alcalde cree tanto en el santo como su antecesor, pero cosa distinta es el respeto a una tradición arraigada en los convecinos a los que representa y, más todavía, a las creencias de una gran parte de ellos y que están en la esencia misma de la ciudad. El tiempo y los doctores (los de la iglesia y los de la ciencia) dirán si el coronavirus pasa a ser otro de los triunfos de Roque tras las distintas oleadas de peste y de gripe que realzaron su humilde figura. Mientras tanto, hagamos todo lo que está a nuestro alcance para evitar los contagios y tengamos la fiesta de San Roque en paz.