Nuestros rostros

Ignacio Carballo González
Ignacio Carballo LA SEMANA POR DELANTE

SANTIAGO

19 abr 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

No existen los trazos gruesos ni los parapetos que, en la larga distancia, a los políticos les hacen perder el sentido de la realidad, y hasta de la vergüenza, para escenificar episodios infames como los que representan, también, en este tiempo de emergencias y dramas extremos, porfiando inconscientemente en la suicida demolición de la ínfima confianza que en ellos pudiera albergar todavía el más insensato o el más forofo de los ciudadanos y dejando pasar, con consecuencias trágicas, la ocasión para, por una vez, estar a la altura y, de paso, reconstruir algo de la credibilidad perdida en las instituciones. No, en la cercanía no hay política de pantallas, de tribuna o de tuit que valga. Frente a ellos no hay multitudes anónimas y que, por serlo, las creen manipulables, manejables a su antojo partidista, egoísta, sino convecinos con rostros bien definidos, con nombres y apellidos, con historias y presentes a punto de saltar por los aires, si no han saltado ya. Es la exigencia máxima de la política de proximidad, la que no puede fallar y que está sometida cada segundo al escrutinio de quienes son destinatarios de sus decisiones. Por eso, es de justicia poner en valor la sincera preocupación de nuestros representantes municipales -los de Santiago, gobierno y oposición, pero también podría citar otros concellos de nuestra zona- y sus aportaciones para paliar en la medida de lo posible tanto drama personal y colectivo. Ciertamente, es ya y va a ser tanta la necesidad que sus limitados planes de choque serán superados demasiado pronto por la durísima realidad que se prolongará en el tiempo. Pero ahí estarán todos nuestros rostros, para exigirles que sigan aportando soluciones.