500 años

Cristóbal Ramírez

SANTIAGO

03 mar 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Arrancó Camino Inglés adelante el primer grupo que viene desde Durham en quinientos años. Y en el condado británico de Durham, cerca de Escocia, es justo donde se encuentra el principio de esa ruta jacobea, como viene informando este periódico desde hace tiempo.

Un éxito. Son solo 14 personas poniendo un pie delante del otro (ayer llegaron a Fene, hoy lo harán a Miño y en Compostela estarán el sábado si todo va bien), pero el simbolismo es enorme. El poder de atracción del Camino se ha revelado con tal fuerza que no solo se ha recuperado allá la memoria histórica -en el 2014 no había un alma en el norte inglés que recordara que sus antepasados daban media vida por pisar Compostela- sino que se ha constituido una asociación, se ha mandado pregoneros a villas y aldeas, y ahora suman ya pequeña legión los que barajan la posibilidad de venir. ¿Un milagro? Si alguien cree en el Apóstol, pues el Apóstol habrá sido. Diputación, Xacobeo y Concello de Oroso algo habrán tenido que ver también.

No es baladí recordar que el Camino Inglés figura como el cuarto en número de peregrinos, porque cualquier persona sensata se niega a contar como ruta jacobea el llamado Portugués por la Costa, cuando no hay constancia de peregrinaje entre A Guarda y Baiona (todo lo más habrá que sumar esos senderistas al Camino Portugués real, el que pasa por Tui). Pero el Inglés creció un 11,5% el año pasado. Una barbaridad.

Sin embargo, no se trata de regodearse con las cifras. Se trata de sonreír -con humildad- cuando se miren al espejo los que hicieron posible que cinco siglos de desencuentros queden esta semana archivados en el cajón de la historia como un mal sueño del Camino de Santiago.