Candidatos

Ignacio Carballo González
Ignacio Carballo LA SEMANA POR DELANTE

SANTIAGO

24 mar 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Nunca en cuatro décadas de democracia la política ha estado tan desprestigiada, a todos los niveles de nuestro sistema representativo. Sería esta una dolencia menos grave si fuese un simple desgaste biológico, una lógica pérdida de vigor y entusiasmo. Sin embargo, las lesiones son profundas, consecuencia de la incapacidad para dar soluciones a los graves problemas que afronta el país; de la lucha del poder por el poder, a años luz de las dificultades cotidianas de los ciudadanos; de la falta de altura de miras para anteponer los intereses generales al puro tacticismo partidario; de la corrupción que ha corroído las estructuras del entramado institucional. Sería sorprendente que los ciudadanos no dieran la espalda a la política. No solo se alejan de ella como electores, sino como elegibles. Se ve a las claras en las dificultades que tienen los partidos para formar candidaturas con gancho más allá de los liderazgos profesionales, y a veces ni siquiera. Seguramente, en las papeletas del 28A para el Congreso y el Senado usted se va a encontrar en puestos de privilegio nombres que no ha oído nunca, a los que no podrá poner cara ni conocerá sus andanzas -para valorar si merecen su confianza- aunque vayan en representación de su provincia o incluso procedan de su propia ciudad. Eso va a pasar. También en las candidaturas locales del 26M, donde se agradecería, por el bien de Santiago, la presencia de candidatos de auténtico peso ciudadano y reconocida trayectoria, más allá de la militancia partidaria. Arribistas aparte, ¿quién entra en política hoy? O militantes concienciados o incautos independientes que serán carne de cañón y saldrán desencantados. Porque tanta frustración, ahora, no hay quien la levante.