La conselleira de Educación sostiene que el Ejecutivo autónomo tiene un «compromiso adquirido»
11 feb 2019 . Actualizado a las 22:49 h.La Xunta «estudiará alternativas» en función de lo que decida la Universidade de Santiago sobre la nueva Facultade de Medicina. Lo explicó ayer la conselleira de Educación, Carmen Pomar, durante una visita al centro de investigación Cimus con motivo del día de la mujer y la niña en la ciencia. En declaraciones recogidas por Europa Press, la conselleira explicó que la Xunta tiene un «compromiso adquirido» y si ese proyecto desaparece el Ejecutivo tendrá que estudiar las nuevas alternativas.
El rector de la USC, Antonio López, dio por hecho la semana pasada que, ante un desfase entre el coste previsto y las nuevas estimaciones cercano a los 40 millones de euros lo más probable es que el nuevo edificio, proyectado en los alrededores del hospital Clínico, no llegase a construirse, aunque circunscribía la decisión final a un encuentro entre la Universidade y las consellerías de Sanidade, Educación y Facenda. Una decisión que es «urxente» porque o se pone ya en marcha el proyecto de nueva facultad o hay que trabajar ya en un plan alternativo.
Preguntada al respecto sobre la fecha concreta del encuentro, la conselleira Carmen Pomar señaló que se ha mantenido alguna conversación entre los tres departamentos autonómicos y el equipo rectoral, pero que de ese intercambio de pareceres no ha salido «ninguna declaración de intenciones» oficial.
El rector Antonio López ya dejo sobre la mesa la alternativa de la rehabilitación integral del edificio de San Francisco por que es «díficil imaxinar que a Xunta pase de poñer 22 millóns a case 60 millóns», ya que según las últimas estimaciones, el proyecto del nuevo edificio tendría un coste cercano a los 70 millones de euros, cuando el estudio inicial fijaba 30 millones. El plan era que la Xunta invirtiese 22 millones de euros en el edificio y la Universidade se hiciese cargo de los siete restantes mediante la venta del antiguo hospital de Galeras. El rector reconocía que es un proyecto importante, pero que hay otras necesidades, y que no tiene sentido que «todo o esforzo da comunidade autónoma e da universidade nos vindeiros 15 ou 20 anos sexa só para facer un edificio».