Tanto la agenda digital del Gobierno de la nación como la Estrategia Europea 2020 promueven el acceso a Internet y su utilización por todos los ciudadanos europeos. Basándose en los innumerables beneficios que aporta el acceso fiable y de alta velocidad a Internet se están dedicando ingentes cantidades de euros al desarrollo de herramientas que están cambiando la forma de comunicarse, de gestionar los servicios de salud (hospital en casa), los servicios administrativos (administración electrónica), los educativos, la acción de gobierno o políticas públicas, etc. Además, todo ello se está llevando a cabo con acertados criterios de inclusión de determinados colectivos como las personas mayores, discapacitados, los que viven en el rural, etc. porque del mismo modo que las infraestructuras de agua y electricidad fueron esenciales para el desarrollo en el siglo XX, en la actualidad la conectividad de fibra o alta velocidad debe ser accesible para todos. Pues bien, en este contexto en el que nos movemos me gustaría denunciar que en la ciudad histórica de Compostela las TIC aún no pueden ser un vecino más. Es necesario denunciar que en la zona histórica existe una brecha digital y exigimos que nos conecten a la alta velocidad de una vez, porque aún estamos desconectados. Y no me vengan con monsergas u otros argumentos y excusas como el Plan Especial, NO.