Sar precario

Ignacio Carballo González
Ignacio Carballo LA SEMANA POR DELANTE

SANTIAGO

01 abr 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

La precariedad que, inducida desde el Concello, atenaza al complejo deportivo Sar-Santa Isabel es impropia de la importancia que estas instalaciones tienen en la vida diaria de miles de compostelanos y de la proyección que debería darle a la capital como sede de eventos, no solo deportivos, que ya lo es, sino culturales y de ocio. Siendo Xade, la sociedad que lo rige, una entidad semipública que preside el alcalde y con representación de todos los grupos políticos municipales, sorprende la desafección del Concello, como si el complejo no fuera con él. Hasta el punto de dejar pasar año tras año, desde el 2010, sin actualizar las tarifas que pagan sus once mil usuarios y sin poder repercutir las inversiones realizadas -lo que desequilibra sus balances-; de no poner fin a la inseguridad jurídica bajo la que se pelotea en las pistas de pádel y tenis, que siguen sin contrato; o de la falta de una decisión para sustituir la penosa cubierta de las piscinas de invierno. Y con un convenio, que no acaba de arrancar, por el que el Concello debe aportar 105.000 euros este año para organizar conciertos en Sar. O con el frente abierto de la negociación del convenio laboral con su plantilla. Que a Raúl López se le permitiese en su momento acaparar la mayoría de Xade no es excusa para que Raxoi deje de lado sus obligaciones con el Multiusos en espera del vencimiento, improrrogable, de la gestión del complejo dentro de un año. ¿Municipalización tal vez? Esta precariedad es insostenible y explica el hartazgo del gerente dimisionario, Santi Cuadrado, cansado de batallar por objetivos ambiciosos de obvia necesidad para la ciudad y de rentabilidad de sobra demostrada en etapas anteriores en sus casi 17 años en la gerencia.