El artista madrileño actúa por primera vez en Santiago y presenta su disco «Antónimo»
23 feb 2018 . Actualizado a las 04:55 h.21.30 horas • Sala Malatesta • 20 euros en taquilla (16 euros anticipada) • Es el primer concierto de Rayden en Santiago y eso que lleva desde el 2001 recorriendo escenarios con su rap. David Martínez (1985) -ese es su nombre- se muestra ilusionado por actuar en la Sala Malatesta, a la que llega de la mano de Mahou. Recala acompañado de su banda para presentar Antónimo, el primer disco de lo que será una trilogía.
-Lleva un año con este trabajo. ¿Qué balance hace?
-Ha superado lo que podía imaginar. Desde la salida la gente lo puso como número uno de ventas y, después, está lo ocurrido con la gira, donde se están agotando las entradas.
-En el disco dedica una canción a su hijo, hay crítica al actual gobierno, los refugiados...
-Son las vivencias. Todo lo que me toca la fibra.
-«No hago rap» es el título de una de sus canciones. No le gusta que el encasillen.
-Encasillar es limitar y es limitar algo como la música, que es tan libre e inabarcable. No debería haber géneros. Y la canción era una forma de hacer una antítesis de lo que se suele encontrar la gente en las primeras declaraciones de intenciones de los discos de rap.
-Sus colaboraciones son muy diversas (Leonor Watling, Carmen Boza, Mäbu...).
-Escucho igualmente otros géneros que no son rap, incluso en los tiempos que corren, como hay cada vez menos cosas de rap que me impresionen porque parece que es todo muy timorato -salvando excepciones-, busco otras propuestas. A la hora de colaborar en un tema no lo hago por el nombre, sino porque creo que esa persona puede llevar la canción a un lugar donde solo no podría. Quizás por eso colaboro cada vez menos con gente que hace rap como yo. Para hacer eso, rapeo yo dos veces.
-En una de sus canciones dice: «En nuestra lápida pondrá no dejaron de luchar, se atrevieron a vivir y salieron a ganar». ¿Por qué no dejará de luchar?
-Pues contra la injusticia y con los años cada vez lo llevo peor y, a veces, me meto en cada jaleo...
-Publicó dos poemarios. ¿Hay mucho de poesía en el rap?
-Más que considerar que la poesía es una hermana gemela del rap, considero que se trata de mellizos: una misma madre, pero que después tienen mucho que ver y, al mismo tiempo, nada. Conviven en el mismo universo, pero son dos organismos diferentes. Empecé a ser conocido por la música, pero comencé con la prosa poética desde que tengo puño y letra. Era una forma de desahogo.
-¿Qué queda del Rayden inicial? ¿Cambió mucho el rap?
-Queda todo del chico, pero adquirí más seguridad y tengo menos miedo a la hora de presentar una propuesta con mi propia visión de un género urbano. Y respecto al rap, lo veo como el treintañero que vive en casa de sus padres y tiene miedo a emanciparse. A mí me gustaría que la gente se atreviese más.